Los colegios en Varanasi, India, reabren sus puertas y nuestros/as alumnos/as regresan a las aulas después de más de un mes de clases online. La incorporación a las clases presenciales ha sido paulatina, comenzando hace una semana para los alumnos/as de 2º de ESO a 2º de Bachillerato y partir del 15 de febrero para el resto de cursos.
Las risas, las carreras y la complicidad entre nuestros/as estudiantes vuelven a llenar las aulas de los dos centros de la ongd en Sigra y Dashaswamedh, después de haber permanecido vacías durante más de un mes por el cierre decretado por el gobierno indio. “Están muy felices de poder ver a sus profesoras y compañeros”, afirma María Terol, coordinadora del programa educativo de Semilla para el Cambio.
Los/as estudiantes del programa educativo de la ongd han regresado a las clases presenciales tanto en los centros de la ongd, como en las escuelas privadas Care and Career y Children’s Valley English School, donde están escolarizados/as en los barrios Dashaswamedh y Sigra, respectivamente, y se preparan para afrontar los exámenes finales. Los cierres temporales se han convertido en algo habitual desde que comenzara la pandemia en marzo de 2020. En esta ocasión, las clases presenciales fueron interrumpidas el 17 de enero por la ola de frío y el aumento de casos de coronavirus en el estado de Uttar Pradesh, al que pertenece la ciudad de Varanasi.
Pero, a pesar de las dificultades, tanto el equipo docente de Semilla como los /as estudiantes están ya familiarizados/as con el sistema de clases online, por lo que las clases han continuado con normalidad para todos los cursos de la ESO y Bachillerato durante este periodo y han podido prepararse para los exámenes.
Exámenes finales
La vuelta a las clases presenciales coincide con la llegada de los exámenes finales, que tendrán lugar a partir del 19 de febrero hasta mediados del mes de marzo, para todos los cursos (desde 1º de primaria hasta 2º de bachillerato). El curso escolar en India finaliza en marzo y comenzará de nuevo en el mes de abril.
“Todos están muy felices de ver de nuevo a sus maestros y amigos, prefieren estar en la escuela y ongd, ya que en sus casas no tienen mucho espacio para estudiar o jugar, así que están contentos de recuperar la normalidad de su vida escolar. Ahora están dando lo mejor de sí mismos para obtener buenas calificaciones en los finales y promocionar así al siguiente nivel”, explica Rumpa Paul, coordinadora del programa educativo en el centro de Sigra.
Una educación de calidad, objetivo prioritario
Desde los inicios del proyecto de Semilla, la educación siempre ha sido uno de los pilares estratégicos. “Entendemos la educación como una herramienta al servicio de los/as beneficiarios/as, queremos que sean los/as protagonistas de su propio desarrollo, que logren un cambio significativo y duradero en sus vidas”, subraya Rumpa Paul.
Semilla para el Cambio hace una apuesta decidida por una educación integral y de calidad a partir de los tres años, en la que se fomenta, además de la adquisición de conocimientos y habilidades, la formación en valores y otros hábitos sociales, fomentando además la integración social de niños y niñas desfavorecidas. Además de escolarizarlos, Semilla a ofrece a todos/as ellos/as clases de apoyo y de actividades lúdicas, por un lado, y los incorpora al Proyecto de Nutrición, con el cual reciben una comida diaria.