«Las condiciones de salud de las comunidades con las que trabajamos no son buenas, no tienen conciencia de la higiene y enferman con mucha frecuencia»

Hemant Raj Singh - Semilla para el Cambio

Hemant Raj Singh es coordinador de los proyectos de Mujer y Salud de Semilla para el Cambio y lleva trabajando en la ongd desde hace siete años. Para él, el trabajo de la organización con las comunidades más desfavorecidas de la ciudad de Varanasi, India, es fundamental para lograr una mejora en su calidad de vida. Hoy nos explica en qué consiste su labor y la evolución en los proyectos que coordina.

 – ¿Cuándo empezaste a trabajar en Semilla para el Cambio?

– Estoy encantando de compartir y expresar mi opinión. Estudié derecho en la Universidad, Recursos Humanos y también hice un master en Marketing especializado en MBA, comencé a trabajar, pero por mis experiencias personales siempre tenía en mi mente y corazón hacer algo por las personas más vulnerables y necesitadas, aportar mi contribución a la sociedad. Mis padres fallecieron cuando yo era niño y esto te hace ser una persona más consciente en muchos aspectos de la vida.

Dado mis estudios y experiencia personal pensé en trabajar en una ongd y contribuir directamente. En febrero de 2015 tuve la oportunidad de unirme al equipo de Semilla para el Cambio, que trabaja con las comunidades más desfavorecidas de Varanasi, ciudad en la que nací y donde vivo con mi mujer y mi hijo. Estoy muy feliz de estar aquí.

– ¿Cuáles son los proyectos que coordinas?

– Soy el coordinador de los proyectos de Alfabetización, Artesanía, Corte y Confección, Dispensario de Salud, y del mantenimiento general del centro de Sigra, que es el más grande y donde asistimos a muchas familias. También soy el coordinador del proyecto de Promoción de Salud, pero como nos hemos quedado sin fondos, estamos un poco parados, en busca de poder reiniciar el proyecto de nuevo y poder asistir a todas las mujeres beneficiarias. También he colaborado en el proyecto de ahorro, en el que ayudamos a las familias a abrir sus cuentas bancarias.

– ¿Podrías hablarnos del Progama de Salud?

– Este programa es muy importante para los beneficiarios/as y las familias que viven en barrios marginales cercanos al centro de Sigra de la ongd, también asistimos a las familias de Dashashwamedh (barrio a orillas del río Ganges). Las condiciones de salud de las comunidades con las que trabajamos no son buenas, no tienen conciencia de la higiene y enferman con mucha frecuencia. Algunos de ellos padecen enfermedades crónicas y no pueden pagar la consulta y los medicamentos, porque son caros. El tipo de seguimiento y apoyo que la ongd gestiona es muy importante, ya que intentamos mejorar su calidad de vida. Entre nuestras acciones, también está la de acompañarlos al hospital en casos de urgencias. Normalmente les acompañan nuestras promotoras de salud, pero si el caso no está claro o la emergencia es severa, el equipo de la ongd les acompaña para dar soporte y conocer directamente el diagnóstico del paciente.

Dentro de este proyecto contamos con un dispensario médico, en el que el Dr. Anand pasa consulta dos veces por semana. Nos encargamos de tener el dispensario actualizado, especialmente con las medicinas básicas más requeridas tanto por la zona en la que vivimos como por las familias a las que asistimos, ya que sus condiciones de higiene son muy precarias. La ongd hace reuniones de concienciación para promover la higiene entre nuestros/as estudiantes, las mujeres artesanas, el personal de la ongd y los padres, pero en los slums las condiciones de vida son muy precarias, el agua no es potable, los/as niños/as crecen con muchas bacterias en sus órganos e infecciones.

– ¿Qué acciones se están llevando a cabo?

– Estamos trabajando arduamente para mejorar la condición de salud de los/as beneficiarios y sus familias. El Doctor Anand ji pasa consulta y junto con él trabaja la supervisora del proyecto, Shivangi. El paciente acude a consulta, y de acuerdo a su enfermedad se le prescribe un medicamento. Si necesitan alguna prueba, nos ponemos en contacto con el hospital, trabajamos con el Hospital Surya, donde se hacen la prueba y dependiendo del resultado se transfieren al especialista. Ahora, por ejemplo, tenemos a uno de nuestros estudiantes con cataratas y lo hemos derivado  al especialista. Mantenemos un estricto seguimiento de cada paciente.

– ¿Cómo ayuda este programa a las familias de los barrios marginales?

– Estas comunidades no tienen conciencia sobre la salud. En los partos,  por ejemplo, se dan casos en los que bebés no lloran porque se han quedado sin oxígeno y les quedan secuelas. Las embarazadas no conocen el protocolo de las ecografías y cuidados que deben tener para el crecimiento del feto. Además, gracias a este proyecto, cuando los estudiantes vienen al centro, podemos controlar las anomalías que padecen.

– ¿Cuáles son los principales problemas de salud que tienen?

– Los principales problemas de salud que se padecen en estas comunidades son las infecciones virales, la artritis, dolor de cabeza y la desnutrición en niños y adultos, infecciones urinarias, y algunos tienen enfermedades crónicas. También estamos detectando que los/as estudiantes y las artesanas padecen trastornos emocionales debido a su situación marginal y condiciones de vida. Esto les afecta al estado de ánimo, les genera depresión, miedo, angustia, ansiedad, trastornos de conducta, déficit de atención e hiperactividad, obsesión, etc… Con el tiempo esto puede tener un impacto físico como ceguera, sordera, incapacidad para hablar, parálisis localizadas en diferentes partes de su cuerpo como hemiparesia, alergias, sarpullidos y temblores, etc.

– ¿Cómo ves la evolución de la ongd desde que comenzaste a trabajar hasta ahora?

– Llevo 7 años aquí y me siento orgulloso de ser parte de esta ongd. Semilla para el Cambio está trabajando en la salud de todas estas familias, brindando una educación y una nutrición adecuada para cada niño/a. En el área de salud, la ongd está trabajando en el bienestar de las familias y también en el empoderamiento de las mujeres, para ello visitamos sus hogares y tratamos de entender las dificultades a las que se enfrentan. En estos años he mantenido un trato personal con nuestros/as beneficiarios/as y siento que estamos conectados emocionalmente e intentamos entender sus sentimientos y ayudarlos. Estoy muy agradecido de poder aportar mi semilla en esta organización, en la que todos luchamos por un mismo resultado: para que su calidad de vida mejore y puedan tener un futuro mejor.

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