Aitor Sánchez García, especialista en nutrición y responsable del blog ‘Mi dieta cojea‘, ha estado colaborando con la ongd durante dos semanas en Varanasi, India. Hablamos con él sobre su experiencia, logros y retos de Semilla para el Cambio en materia de nutrición.
– ¿Cómo ha sido conocer al equipo y a los/as beneficiarios/as de Semilla para el Cambio?
– Ha sido una experiencia muy positiva, tanto a nivel personal como a nivel profesional. Creo que pasar tiempo con todo el equipo que trabaja allí en terreno es fundamental para poder comprender bien todos los pequeños detalles que son necesarios para dar soluciones y propuestas mucho más realistas.
En el mundo de la alimentación muchas veces partimos de una gran mochila de prejuicios y también etnocentrista en la que es fácil caer en ideas a implementar que luego no son viables. El hecho de haber podido plantear el proyecto sin prisa y donde las propuestas de mejora se hayan desarrollado estando allí en Varanasi y que no viniesen pensadas desde España únicamente facilitan que sean más aplicables en el día a día.
Por otro lado, conocer a las familias beneficiarias es súper importante para ver cómo funciona todo el engranaje, desde las madres cocinando la comida de la escuela, visitar los asentamientos para ver qué mensajes y prioridades de salud son los más importantes, y sobre todo ver el comportamiento de los niños y niñas e imaginarte cómo podrían ser esas mejoras.
– A grandes rasgos, ¿qué tareas has estado realizando estas semanas?
– He participado en la medición del peso y de la talla de todos los niños y niñas de la escuela. La idea es que desde ahora en adelante pueda supervisar este progreso y alertar de cuando un estudiante está en una situación en la que hay que prestarle especial atención. También coincidió mi estancia con un periodo de suplementación de hierro y vamos a intentar que se pueda hacer con una posología más adecuada y efectiva en el futuro.
También he estado trabajando en el menú escolar, analizando con el equipo las posibles mejoras, ajustadas al presupuesto y a la viabilidad logística de la cocina y de la compra.
He impartido alguna sesión de nutrición al profesorado, en las que he podido hacer una selección de las guías de alimentación en India más aplicables a esta realidad. No se estaban usando los mejores materiales y creo que a partir de ahora podremos mejorar en este aspecto.
Por último, también he intentado hacer de altavoz haciendo llegar a mi comunidad y también en medios de comunicación donde colaboro sobre la labor de Semilla. Algo que espero que continúe en el futuro próximo.
– ¿Cuáles han sido las principales conclusiones extraídas sobre la labor que la ongd desempeña en nutrición?
– Creo que la labor que hacía Semilla para el Cambio antes de mi llegada era notable desde el punto de partida, tanto el diseño del menú como la identificación de prioridades. Además, la nutrición es un eje fundamental en la organización y me ha resultado muy fácil sentirme escuchado. Se han valorado las ideas aportadas como importantes y transformadoras.
Me vuelvo con las sensaciones de que las mejoras serán implementadas a su debido tiempo y de que en esta ongd tienen muy en cuenta lo importante que es la alimentación en el desempeño escolar, incluso por delante que muchos colegios en España.
– ¿Cuáles serían esas posibles mejoras a implantar?
– Hemos mejorado las guías de referencia para el profesorado, he propuesto algunos cambios en el menú para prestar una atención especial al hierro, al calcio y a la proteína. Tendremos que mejorar los protocolos de suplementación de hierro y barajar el de vitamina B12.
Estandarizaremos las mediciones de peso y talla de los niños y niñas para que sean más precisos y supervisaremos las sesiones de formación que hay de nutrición en el embarazo y de nutrición en niños y niñas en etapa de lactancia
– ¿Cómo valorarías esta experiencia?
– De manera muy positiva, no todas las ongd se plantean tener a un profesional de la nutrición en el terreno y también escuchando las ideas que he podido aportar desde mi experiencia en otras organizaciones. He sentido que no sólo se me ha escuchado como nutricionista, sino también como voluntario de otras entidades y que algunas de las ideas de recursos humanos o de comunicación también serán escuchadas.
Para mí ha sido fundamental que en esta experiencia haya podido coincidir tanto con el equipo de Semilla (Carmen y Rumpa especialmente), pero también con Pilar y David. Se nota que la experiencia que tenían estos otros dos voluntarios anteriormente es muy valiosa, esto ha sido clave para tener una mejor bienvenida en la asociación pero también en la ciudad. Ver Varanasi desde sus ojos y también relacionarnos con las familias desde su experiencia es mucho más valioso.
– ¿Por qué animarías a otras personas a colaborar?
– Desde mi experiencia he podido ver que Semilla tiene una intencionalidad verdaderamente transformadora en Varanasi, en mi recorrido como voluntario he visto ongd de todo tipo y algunas de ellas se conforman muchas veces con llevar recursos o ayudar como se pueda. Considero que los enfoques de cooperación de Semilla son clave, las acciones están muy centradas en las personas beneficiarias en querer generar un impacto real en el terreno y que las personas que confían en el proyecto tengan un antes y un después claro en su calidad de vida y proyección de futuro.
Vuelvo muy tranquilo por haber colaborado con una entidad que me ha dado mucha confianza con el rigor que sigue.