El ahorro vuelve a tomar fuerza entre las familias de los slums

Semilla para el Cambio - Programa Microahorro

El proyecto de micro-ahorro de Semilla para el Cambio sirvió de “tabla salvavidas” durante la pandemia, para las familias que desde 2017 habían ido sumándose a la iniciativa. Con el confinamiento y la imposibilidad de salir a la calle a ganar el jornal diario con el que sobreviven las comunidades de los slums, el ahorro fue un recurso clave y muchas familias retiraron sus fondos del proyecto para poder cubrir sus necesidades básicas.

Si bien tras el confinamiento el número de ahorristas no daba muestras de recuperarse, en las últimas semanas la ongd ha registrado un incremento paulatino de ahorristas, principalmente mujeres, hasta el punto de superar las 90 que había antes de la pandemia del coronavirus y alcanzar el centenar. El ahorro les sirvió para sobrevivir en los momentos más complicados de la emergencia sanitaria y ahora tienen más claro que nunca que ahorrar es una herramienta crucial para sus frágiles economías domésticas.

Akhand Anand es el oficial de campo del proyecto de micro-ahorro de Semilla para el Cambio y se encarga de ir a los slums para recoger los ahorros de las familias. Hasta marzo del año pasado, visitaba diariamente las estos barrios para recolectar las pequeñas cantidades de dinero que las familias retiraban de sus ingresos diarios. Pero con el confinamiento, cesó la recogida de depósitos, debido a la situación de la emergencia y al hecho de que las familias necesitaban retirar lo ahorrado para subsistir. En total, un 65% de las y los ahorristas de Semilla, retiraron parte de sus fondos del proyecto.

“En ese momento, el proyecto de micro-ahorro sirvió para devolver ahorros a gente que había hecho depósitos, cuando más lo necesitaba. Esto, junto con los packs alimentarios y las ayudas económicas de la ongd evitaron que se quedaran absolutamente sin nada”, explica María Bodelón, Directora de Semilla para el Cambio. “La pandemia fue un ejemplo muy claro de los beneficios de ahorrar. De la noche a la mañana, las familias ahorradoras pudieron comprobar que sus esfuerzos por guardar una pequeñísima parte de sus ingresos se convertían en un momento tan crítico en su “tabla de salvación”. Creo que eso ha tenido mucho que ver en que, casi un año después, no sólo se haya recuperado el ritmo de ahorro, sino que haya incluso aumentado el número de participantes”.

Vuelta al ahorro

El pasado mes de octubre, Semilla para el Cambio retomó el proyecto de micro-ahorro, tras el parón de la primera ola de la emergencia sanitaria causada por la Covid19.

Tal como nos explica Matías Carballido, cooperante de la ongd, desde Varanasi, Semilla ha retomado con buen ritmo el proyecto, recibiendo cada día pequeñísimos montos de dinero y ofreciendo educación financiera. “Es fundamental para el empoderamiento económico de estas familias aprender a gestionar sus ingresos, que además son muy escasos, y obtener el beneficio que ofrece la seguridad de contar con un “colchón” útil, como lo ha sido, en situaciones de crisis, pero también, por ejemplo, para comprar ropa, cubrir necesidades sanitarias o gastos derivados de eventos especiales para la familia, como por ejemplo las bodas, o para hacer frente a los posibles imprevistos de la vida diaria.

Las familias han empezado a ingresar de nuevo, poco a poco, hasta alcanzar unas 500 rupias por semana (unos cinco euros y medio), que de media están ingresando hoy. La mayoría de participantes den el proyecto de micro-ahorro son mujeres, cuyos hijos mayores o maridos trabajan de ragpickers (recolectores de materiales reciclables, como botellas de plástico, envases, etc), en una tienda de kabari (reciclado de hierros, libros y periódicos viejos…) o conduciendo un trolley, un vehículo tirado por un bicicleta, para el transporte de personas y objetos. Ellas son quienes gestionan los pocos recursos económicos que tienen a su alcance con mayor beneficio para sus familias. Con ello, además, se muestran como eficientes gestoras de la economía familiar, ganando en respecto y empoderamiento.

“Los pobres jamás han entrado en un banco”

El proyecto de micro-ahorro de Semilla para el Cambio es, hoy por hoy, casi el único acceso a una vía de ahorro formal, con la que cuentan las comunidades de los slums de Varanasi. Nos lo explica Matías Carballido: “Las personas que viven en el slum, en las chabolas, no tienen, normalmente, la posibilidad de guardar sus ahorros en los bancos tradicionales, ni en sus casas. Por motivos de seguridad, principalmente, porque no hay lugares seguros, cualquiera podría encontrar el dinero, no hay puertas ni forma alguna de cerrar las chabolas.  Y a los bancos no pueden acceder por varias razones, siendo la fundamental que la mayoría de las personas residentes en los slums son analfabetas, no sabrían cómo rellenar un formulario, aunque poco a poco vamos superando este handicap, con nuestro programa de alfabetización. Otra razón es que nunca llegan a juntar dinero suficiente como para poder hacer un depósito en una cuenta tradicional… Ahí radica lo valioso del proyecto… Cada día, ahorran un poco de dinero, que de otro modo, posiblemente acabarían gastando. Y por último, es que desconocen cómo funciona el sistema bancario, no entra ni entre sus opciones la idea de ir a un banco, jamás han entrado en ninguno. En Semilla para el Cambio guardamos sus ahorros y les ofrecemos incluso un interés del 6% anual, que es lo que normalmente se ofrece en India. Intentamos fomentar así la “cultura del ahorro” y que ganen en empoderamiento financiero”.

Apoyos y futuro del programa

La ongd vasca Parekide apoya los proyectos del Programa de Empoderamiento de la Mujer de Semilla, entre ellos, el de micro-ahorro, desde el año 2013, a través de fondos públicos de la Diputación de Bizkaia. Este apoyo, junto al de las socias y socios del programa “Con M de Mujer” hacen posible que en Semilla para el Cambio sigamos apostando por herramientas de empoderamiento como ésta.

La pandemia paralizó una de nuestras iniciativas en este ámbito. Lo explica María Bodelón: “Pronto retomaremos una iniciativa que la situación de emergencia sanitaria paralizó. Se trata de reuniones tutorizadas con cada familia para entender su flujo de ingresos y gastos, y ayudarles a utilizar mejor su dinero, ya que muchos no saben gestionarlo y piden a menudo  préstamos a usureros que les cobran mucho. Es importante que aprendan a gestionar su situación económica sin que les exploten”.

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