“Nunca fui a la escuela, pero quiero continuar aprendiendo y que mi hijo estudie y vaya a la universidad”. Jumeela, artesana de Semilla para el Cambio

Empoderamiento mujer - India - Semilla para el Cambio

Jumeela no pudo ir a la escuela de pequeña porque su familia no tenía recursos. Pero con 18 años se apuntó al Curso de Alfabetización de Semilla para el Cambio y aprendió a leer y escribir. Desde entonces, no ha parado de aprender y de prosperar. Ahora trabaja en el Taller de Artesanía de la ONG y quiere comprar una máquina de coser para poder crear su propio negocio.

Con 20 años Jumeela es una mujer de principios. Antes de la boda le dejó claro a su esposo que ella no iba a quedarse en casa. “Aunque nunca fui a la escuela, quiero continuar aprendiendo y en el futuro me gustaría comprarme una máquina de coser”.

Jumeela tiene más condiciones. “Quiero que mi hijo estudie y que vaya a la universidad, siempre estaré a su lado para apoyarle”. Aunque Armaan, su primer hijo, solamente tiene 10 meses, su madre no quiere que nadie le robe la oportunidad de ir al colegio. Jumeela representa a la nueva generación de mujeres que se ha incorporado al proyecto de Semilla para el Cambio en los últimos años. Demasiado mayor para escolarizarse, Jumeela no tiró la toalla y optó por salir del analfabetismo y formarse profesionalmente. “Antes me ganaba la vida transportando las luces de colores que se utilizan en las bodas o recogiendo basura”. Hoy es una artesana de Semilla y elabora regalos solidarios.

En primer lugar, se inscribió en el Curso de Alfabetización para aprender a leer y escribir en hindi, además de adquirir unas nociones básicas de matemáticas. Mientras que por las mañanas estudiaba en las aulas de Semilla, por las tardes asistía al Taller de iniciación de Corte y Confección para aprender una nueva profesión.

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Jumeela trabajando en el Taller de Artesanía de Semilla. © Cristina Rocha

El nacimiento del pequeño Armaan no ha supuesto ningún contratiempo en su formación, mientras que ella trabaja en el Taller de Artesanía, el benjamín de la ONG pasa una media de 5 horas bajo la supervisión de Najeera, la niñera de Semilla. El servicio de guardería inició su andadura en 2011, coincidiendo con la puesta en marcha del proyecto de pintado de pañuelos de seda Marina Silk. Actualmente se benefician de la guardería media docena de pequeños de las mujeres involucradas en los proyectos de Semilla para el Cambio, desde las estudiantes de Alfabetización hasta las trabajadoras de Marina Silk y Artesanía.

“Najeera es como una segunda madre para mi hijo, puedo trabajar sin preocupaciones porque sé que mi bebé está en buenas manos”, nos cuenta Jumeela mientras con sus manos da forma a nuevos productos solidarios y se muestra segura de que su familia y su hijo tendrán un futuro mejor.

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