Desgraciadamente, el día 10 de octubre nos dejó nuestro compañero y amigo Paco Antúnez. Es imposible expresar en unas líneas sus 70 años de vida. Ha sido la suya una vida llena de experiencias y de entrega. Desde su juventud, ha luchado por mejorar la vida de las personas mediante su militancia política, sindical, deportiva y social. Su vitalidad le llevaba a no parar de experimentar y le encantaba aprender cosas nuevas; en los últimos años, tanto se ponía a aprender a bailar sevillanas, como a hacer maratones o a practicar paddle surf. No se le ponía nada por delante. Sus amigos y conocidos le admirábamos por sus ganas de vivir y su optimismo, como él mismo decía: “Yo siempre veo el vaso medio lleno”.
Nos conocimos hace más de 20 años en el txoko de Trespuentes, el pueblo donde residíamos, y su carácter optimista, alegre, entusiasta y con su manera desinteresada de entregarse y trabajar por el pueblo, hacía que inmediatamente le quisieses. Como concejal del Ayuntamiento de Iruña de Oca peleó para que el dinero recaudado, durante dos ediciones, en la Fiestas de las Autonomías, fuese destinado a Semilla para el Cambio, así como el de la barbacoa popular y paella de Trespuentes. Siempre incansable, siempre trabajador y solidario.
Tras su traslado a San Sebastián, no se olvidó de Semilla y participó en varios eventos solidarios de Navidad, en los que se ponía en primera fila para vender la artesanía elaborada por las mujeres de nuestra ongd. Además, junto con Cloti, su mujer, organizó una comida solidaria en el Centro Riojano de San Sebastián, del que llegó a ser, hasta su fallecimiento, su Presidente.
En el 2018 fuimos a Varanasi a conocer el trabajo de Semilla para el Cambio en terreno y pudimos ver, de primera mano, la labor maravillosa de la ongd. Regresó entusiasmado y feliz de poder colaborar con Semilla y decidieron apadrinar a un niño. Hasta el último momento se acordó de Semilla y Cloti me confirmó su compromiso de seguir colaborando con la organización.
Paco era un gran hombre y su ausencia nos deja un vacío enorme por su carisma, energía, bondad, generosidad y alegría.
Querido amigo, siempre estarás en nuestros corazones.
Lola, voluntaria de Semilla para en Cambio en Euskadi, y todo el equipo de Semilla para el Cambio.