En estos días celebramos las últimas sesiones del taller de educación afectivo-sexual, autoconocimiento y género para las y los estudiantes de entre 11 y 19 años de nuestro Programa de Educación. El taller, que arrancó el pasado mes de noviembre de manera virtual, se ha desarrollado presencialmente desde diciembre y en él han participado un total de 40 alumnas y alumnos. Estos talleres han estado a cargo de la Ong local Muheem, que trabaja por la igualdad de la mujer en India.
El acceso a la información y a una educación sexual integral son algunas de las claves que señala la Organización Mundial de la Salud (OMS) para promover la salud sexual y reproductiva entre las y los adolescentes. Según esta misma organización, su objetivo es dotarles de aptitudes, actitudes y valores que les permitan disfrutar de salud, bienestar y dignidad, establecer relaciones sociales y sexuales respetuosas, ser conscientes de la manera en que sus elecciones afectan a su propio bienestar y al de otras personas, y conocer sus derechos y velar por su protección durante toda su vida.
En India, la educación sexual es un tema tabú, del que no se habla ni en la familia, ni en las escuelas. Esto dificulta enormemente un desarrollo pleno y también la existencia de relaciones igualitarias, lo que hace urgente su abordaje, con perspectiva de género y desde edades tempranas. Conscientes de esta realidad, Semilla para el Cambio ha lanzado una serie de talleres de educación sexual para niñas/os y adolescentes, para su alumnado a partir de los 11 años, dentro de su proyecto de Promoción de la Salud.
La Ong local Muheem, que trabaja por los derechos y la igualdad de la mujer en India, ha sido la encargada de llevarlo a cabo. Su directora, Swati Singh, quien lo imparte y dirige, nos explica algunos de los obstáculos ante los que se enfrenta la educación sexual en el país: “Los temarios de las escuelas recogen algunos aspectos relativos a la reproducción. Pero al profesorado le incomoda tocar éste y otros temas, como el sexo o la menstruación, porque existen muchos tabúes, y acaban por no tratarlos en clase. Los padres y madres, entienden que esta educación corresponde a la escuela, por lo que tampoco nunca se habla de ello en casa. Así que el resultado final es que cuando los chicos y chicas llegan a la pubertad y cuando empiezan los cambios, no saben qué les pasa ni cómo relacionarse adecuadamente y no tienen con quién hablar de ello”, concluye.
Las y los adolescentes necesitan recibir educación afectivo-sexual. En el paso de la infancia a la edad adulta, experimentan numerosos cambios físicos, emocionales y sociales, para los que, en muchos casos, no han recibido información, formación, ni acompañamiento alguno. Por ello, por ejemplo, nos encontramos ante el sufrimiento de muchas niñas que desconocen o tienen ideas erróneas sobre la menstruación, que les provocan miedo y ansiedad, o que tienen que sufrir restricciones sociales y, en definitiva, discriminación en base a rituales basados en criterios religiosos y sociales.
El acercamiento al análisis de género de la sociedad india se revela como una de las claves que favorecen una comprensión mayor de la situación de mujeres y niñas en el país, el rol de los hombres -también marcado por el género- y el papel que unas y otros pueden y deben desempeñar para deconstruir miedos y tabúes y mejorar, en definitiva, parámetros como la salud, la convivencia y la igualdad.
Para la directora de Muheem, el diagnóstico de partida es claro: “Como sabemos, la sociedad india es patriarcal. El sistema patriarcal es algo del pasado, pero que hoy aún sigue vigente. Incluso en la actualidad hay más tabúes y más crímenes”, explica. Y prosigue: “Desde que empezamos a realizar estos talleres, hace ya 5 años, hemos ido viendo como, principalmente en las zonas rurales, los casos de violencia están incrementando, incluso más que en las ciudades o en los slums”. Singh señala, con preocupación, cómo ha proliferado en estos sectores el consumo de pornografía, a través de internet, que viene a llenar un vacío educativo, convirtiéndose en un potencial riesgo para las relaciones igualitarias. “Tienen el acceso, pero no el conocimiento necesario para saber utilizarlo correctamente. A falta de una educación sexual, la pornografía ejerce el papel que debiera tener aquélla, con todo lo que esto comporta, pues los jóvenes imitan los comportamientos del porno sin ningún tipo de filtro educativo que les ayude a discernir a la hora de relacionarse con otros jóvenes”.
Es importante que las y los adolescentes adquieran conocimientos y desarrollen aptitudes que les permitan tomar decisiones bien fundamentadas sobre sus vidas, aprender a evitar los problemas y a abordarlos cuando se presentan, y saber dónde pueden solicitar ayuda en caso necesario. Por ello, el taller de Muheem apuesta además por acoger y revisar realidades que afectan a muchos niños y jóvenes, especialmente de entornos especialmente vulnerables. “Estamos viendo que muchos niños tienen problemas de salud mental. Debido a su entorno, tienen que hacer frente a muchas amenazas y dificultades de las que nunca se habla. En los slums hemos visto varios casos de violencia contra la mujer. Hablamos con los niños sobre esto y vemos el impacto que tiene sobre su mentalidad y sobre su salud mental. También hay muchos casos de abuso infantil y discriminación por razón de casta, de clase o de religión… Cuando trabajamos con estos niños, vemos cómo todo esto les afecta. Por ello, en nuestro taller incluimos todas estas cuestiones: obviamente, las sanitarias (reproducción, pubertad, menstruación), pero también las relativas a la salud mental y también al género (qué es, qué es la identidad de género, el impacto del patriarcado, cómo establecer relaciones igualitarias…). Intentamos estimular y alentar a los niños y niñas a pensar positivamente sobre todas estas cuestiones, tanto a nivel social como personal, y a desarrollar actitudes y capacidades que propicien las relaciones seguras, sanas y positivas”.
Se trata de un trabajo que se irá consolidando socialmente, poco a poco. Como explica la directora de Muheem, ya se está percibiendo cierto cambio en pequeños sectores de la sociedad india. “Tenemos que identificar qué perfil tienen esas personas y ver a qué se debe ese cambio. Por ejemplo, cuando vemos a un niño cuyos padres han recibido una educación o que el padre tiene un buen trabajo, o se trata de una familia con un ambiente de amor, entonces nos encontramos con un ambiente más propicio a que se hable de estos temas. Pero cuando nos dirigimos a nuestro público objetivo, niños y niñas de los slums o de las áreas rurales, éstos no cuentan con este ambiente en sus casas. Por eso trabajamos en dos niveles. Con los estudiantes y con sus padres. Por nuestra experiencia, son las madres las que mayor tiempo pasan con los niños, así que trabajamos sobre todo con ellas. Si educamos a niños, niñas y madres, funciona. De hecho, por experiencias anteriores, podemos decir que cuando trabajamos con ellas, funciona muy bien”.
* El taller de Educación Sexual “Life Skill based Program” se inserta en el proyecto de Promoción de la Salud de Semilla para el Cambio, financiado en 2020 por el Ayuntamiento de Segovia, a través de Farmacéuticos en Acción.