La pandemia del coronavirus ha afectado a la sociedad a nivel mundial. Sin embargo, debido a las desigualdades de género existentes en India, lo ha hecho de forma diferente a las comunidades más marginadas y en especial a mujeres y niñas, que soportan una enorme carga adicional como las tareas domésticas, violencia de género, difícil acceso al mercado laboral, asistencia financiera e ingresos. Este 8 de marzo, queremos reivindicar los derechos de todas las mujeres.
La irrupción de nuevas variantes de coronavirus junto con cierres y confinamientos recurrentes dio lugar a una tendencia fluctuante de desempleo que afectó a toda la nación. En 2021, según datos del Gobierno indio, la tasa de desempleo disminuyó significativamente desde que alcanzara su máximo en abril de 2020. Y es que, entre febrero y abril de 2020, la proporción de hogares que experimentaron una caída en los ingresos se disparó hasta casi el 46 por ciento. Se esperaba que las tasas de inflación de bienes y servicios, incluidos los productos alimenticios y el combustible, mejoraran a finales de 2021, pero esto no ha sucedido y continúan al alza.
El distanciamiento social ha provocado muchas pérdidas de empleo, muy especialmente en los estratos económicos más bajos de la sociedad y esto ha sido aún más grave entre las mujeres, por la falta de oportunidades que tienen para realizar un trabajo remunerado debido a las normas patriarcales de género y a las cargas indebidas del trabajo de cuidado no remunerado.
“En las comunidades con las que trabajamos, son muchas las mujeres que trabajan como asistentas en casas y desde que comenzó la pandemia han ido perdiendo sus empleos debido al miedo y a los sucesivos confinamientos. Marufa, por ejemplo, perdió su empleo como asistenta en una casa porque el dueño no quiso admitirla tras la pandemia. Ahora está trabajando como niñera en la ongd y está contenta”, explica Hemant Saj Singh, coordinador de los proyectos de Mujer en Semilla para el Cambio.
Desempleo y pobreza
La desigualdad salarial y el aumento de la carga de responsabilidades en los hogares han empujado a más mujeres al desempleo y la pobreza. Los ingresos ganados por las mujeres en India eran apenas una quinta parte de la de los hombres, incluso antes de la aparición de la covid-19. En todo el mundo, y en la India, más mujeres que hombres han perdido empleos durante la pandemia.
Así, según un informe reciente del Centro para el Empleo Sostenible de la Universidad Azim Premji de la India, durante el primer confinamiento en 2020, sólo el 7% de los hombres perdieron sus empleos, en comparación con el 47% de las mujeres. En el sector informal, las mujeres han empeorado aún más: entre marzo y abril de 2021, las mujeres representaron el 80% de las pérdidas.
Brecha de género
Según este mismo informe, las mujeres indias pasan más tiempo haciendo trabajos de cuidados no remunerados en el hogar que los hombres. En promedio, dedican 9,8 veces más de tiempo que los hombres en tareas domésticas no remuneradas y 4,5 horas al día cuidando a niños, ancianos y enfermos. Durante la pandemia, su participación en el trabajo de atención no remunerada aumentó en casi un 30%.
“Muchas mujeres trabajan de 8 a 12 horas al día para mantener a sus familias y al llegar a casa tienen que encargarse de todo”, asegura Jayanto Chakravarty, coordinador del centro de Dashaswamedh, barrio en el que las familias se dedican sobre todo a la venta ambulante o a lavar ropa.
Abandono escolar
Por otro lado, según datos publicados por la Organización de las Naciones Unidas, más niñas que niños abandonaron los estudios durante la pandemia y el 65% de los padres encuestados en el país, se mostraron reacios a continuar la educación de las niñas y a recurrir a los matrimonios infantiles.
La India sigue teniendo una de las tasas de alfabetización femenina más bajas de Asia. Según el último censo de la India en 2011, la alfabetización femenina es del 65,46%, en comparación con el 82,14% de los hombres. Las estimaciones muestran que por cada 100 niñas de la India rural sólo una llega hasta 2º de bachillerato y casi el 40% de las niñas abandona la escuela incluso antes de alcanzar quinto de primaria.
En este sentido, tanto el proyecto de Alfabetización como el de Educación Integral de Semilla para el Cambio se han visto afectados con muchos casos de abandono. “En febrero de 2020 teníamos a 28 estudiantes en tres grupos y, después de la pandemia, cuando arrancó el curso solo comenzaron unas pocas. Muchas abandonaron los estudios o se trasladaron a vivir a la adea”, señala Hemant. En el caso del programa educativo, un total de 19 niños y niñas han dejado sus estudios desde que comenzó la pandemia.
Más violencia doméstica
A medida que los confinamientos se sucedían desde el inicio de la pandemia, las tasas de violencia doméstica aumentaron en todo el mundo. En la India, los informes sobre violencia doméstica, matrimonio infantil, ciberviolencia y trata de mujeres y niñas aumentaron en los primeros meses de la pandemia. Según datos de la Comisión Nacional de Mujeres, la India registró un aumento de 2,5 veces en la violencia doméstica entre febrero y mayo de 2020. Algunas organizaciones de mujeres informaron que en las primeras cuatro fases del cierre recibieron más informes de violencia doméstica que en los últimos diez años durante un período similar.
El Gobierno de India clasificó los servicios de refugio y apoyo para la violencia doméstica como “esenciales”. Durante la primera y la segunda ola de la pandemia, en la India se mantuvieron abiertos 700 centros de crisis con un solo tope, que apoyaban a más de 300.000 mujeres que sufrieron abusos y necesitaban vivienda, asistencia jurídica y atención médica.
“La situación de las mujeres en Varanasi es dramática, porque son muchas las mujeres que reciben malos tratos o se enfrentan a abusos de sus propios familiares o de su marido, pero nunca lo comparten con nadie debido a lo normalizado que está en la sociedad y esto se ha acrecentado durante la pandemia. Entre nuestras beneficiarias sucede esto, los casos en los que la mujer lo denuncia son muy escasos”, explica Jayanto Chakravarty.
La Organización de las Naciones Unidas describió el aumento de la violencia contra las mujeres en India desde que estalló la crisis de la covid como una “pandemia a la sombra” en especial contra las pertenecientes a los grupos étnicos, religiosos o socioeconómicos más marginados.