India está de fiesta estos días con motivo de la celebración de Holi, uno de los festivales más sorprendentes que nos deja estampas llenas de colores a lo largo del todo el país. En Semilla para el Cambio también lo hemos celebrado a lo grande con la tradicional guerra de colores, que ha coincidido con el fin del curso escolar.
Alegría, emoción y color inundaban los centros de la ongd en Varansi estos días con motivo de la celebración de Holi y el fin del curso escolar, que en India es en marzo. Los/as estudiantes ya se han presentado a los exámenes finales, para los que llevan meses preparándose y la sensación tanto de ellos/as como de sus profesores/as es muy buena. A partir de la próxima semana y hasta comienzos de abril, alumnos y alumnas se irán incorporando de forma escalonada a su nuevo curso.
Además, tanto el festival como el final de curso han coincidido con la visita a Varanasi de Jordi Serra, voluntario y colaborador de Semilla para el Cambio. Se trata de una visita muy especial, pues es la primera después de dos años de pandemia y restricciones gubernamentales para entrar en el país. Durante su estancia, que se alargará tres semanas, Jordi colaborará en los diferentes proyectos de la ongd, como la puesta en marcha de taller de pintado de pañuelos Marina Silk, el proyecto educativo y otras tareas administrativas.
Holi, un festival muy especial
El Festival de Holi arranca la última luna llena del mes lunar hindú “Phalguna”, el undécimo mes del calendario (entre finales de febrero y mediados de marzo). La primera noche es la del “Holika Dahan” o “Chhoti Holi”, esa noche se hace una hoguera que simboliza la victoria del bien sobre el mal. En la actualidad, se conmemora la llegada de la primavera, un nuevo comienzo en el que las personas dejan atrás el pasado. La explosión de colores mágica se denomina “Rangwali Holi” o “Dhulhendi” y este año ha sido el 18 de marzo. Este día, en India y Nepal, se concentran personas de diferentes castas, condiciones sociales, religiones y edades con el único objetivo de disfrutar y celebrar la llegada de la primavera.
Los restos de las hogueras simbolizan el triunfo del bien sobre el mal. Según la leyenda del Holika, la malvada hermana del rey Hiranyakashipu y tía del príncipe Prahlada, todo comenzó cuando Hiranyakashipu tuvo poder y creyó que era un dios y el pueblo debía adorarlo. Pero el príncipe Prahlada decidió seguir adorando a Vishnu como se hacía tradicionalmente. Esto enfureció a su padre hasta tal punto que el rey decidió castigarlo. Holika tramó la idea de invitar a su sobrino a sentarse con ella en el centro de una hoguera, esto era una trampa mortal. Ella estaría protegida por una capa mágica que la protegería de las llamas y así su sobrino moriría pero afortunadamente la cosa salió mal para la cruel Holika. El dios Vishnu, que el príncipe adoraba, apareció en ese momento y mató al rey arrogante. La moraleja de la historia es que el bien siempre triunfa sobre el mal. Por este motivo el festival Holi comienza la mañana después de la hoguera.