¡Dhanyawad, voluntarios y voluntarias!

¡Dhanyawad, voluntarios y voluntarias!

Semilla para el Cambio no existiría sin el increíble trabajo de las personas voluntarias que de manera desinteresada ofrecen su tiempo, esfuerzos y compromiso a mejorar las condiciones de vida y futuro de mujeres, niños y niñas en Varanasi (India). Hoy, 5 de diciembre, Día Internacional de los Voluntarios/as, les damos las gracias por la labor tan importante que hacen y les cedemos la palabra para que sean ellos/as quienes cuenten sus experiencias.

Desde los inicios de Semilla, en 2009, hemos tenido el gran honor de contar con personas que se han involucrado en los proyectos en terreno, en los barrios de Sigra y Dashaswamed. Una experiencia que suspendimos durante la pandemia, pero que esperamos retomar dentro de poco ahora que India ha reabierto sus fronteras.

A su regreso a España, muchos/as quisieron extender su vínculo más allá de las fronteras de la India, y empezaron a surgir los grupos de voluntarios. Gracias a esta iniciativa, hoy más de medio centenar de personas divididas en siete grupos en A Coruña, Vigo, Andalucía, Barcelona, Euskadi, Madrid y Valencia se organizan para sensibilizar y difundir el trabajo de Semilla, y recaudar fondos para mantener en marcha nuestros proyectos. ¡ A todas estas personas, GRACIAS!

Estas son las caras de la generosidad:
Ángeles Martín, desde Vigo 
“Soy educadora social y conocí Semilla para el Cambio en el año 2013, cuando tuve la oportunidad de colaborar como voluntaria en terreno, dentro del Programa de Educación. Fue una gran experiencia de aprendizaje a todos los niveles que me marcó profundamente, por lo que a mi regreso a España formamos un grupo de voluntariado local en Vigo.

Somos un equipo multidisciplinar de mujeres y como voluntarias hemos llevado a cabo diversas iniciativas de sensibilización, educación para el desarrollo y recaudación de fondos. A pesar de que durante la pandemia no hemos podido organizar eventos presenciales, tenemos muchas ganas de volver y pasar a la acción en este momento tan crucial para las iniciativas sociales.

Creo que es fundamental que los voluntarios se sientan partícipes del proyecto e identificados con la misión y valores de la ongd. Esa es una de las cosas que más valoro de Semilla, su visión de la cooperación internacional, que sitúa en el centro de la acción a las comunidades más desfavorecidas, para que ellas mismas sean las artífices de su propio crecimiento. Además, la comunicación dentro de la propia organización y la transparencia son elementos fundamentales, y creo que Semilla ha ido evolucionando positivamente en estos 10 años, dando un papel muy relevante al voluntariado y desarrollando acciones que van mucho más allá de la recaudación de fondos, buscando una auténtica transformación social.

El voluntariado es un gran intercambio. Nos permite aportar nuestro saber y nuestro buen hacer, al tiempo que nos proporciona conocimientos, nuevas experiencias y nos convierte en miembros activos de una sociedad civil comprometida con la justicia social. Decía Galeano que ‘mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo’. Seamos gente pequeña”.

Indira Trepat - Semilla para el Cambio

Indira Trepat, desde Barcelona
“Soy de Argentina y mi pasión es INDIA. Mi nombre es en honor a Indira Gandhi y desde pequeña me atrapa todo el mundo relacionado con energía hindú.

Me rondaba por la cabeza durante años ser voluntaria y en un evento de 2019 en Barcelona descubrí a Semilla. En ese mismo momento quise ser parte y empezar a sumar para que esta Semilla crezca y dé frutos en los niños y mujeres de India. 

Lamentablemente he empezado en la época de la pandemia y no tengo mucha experiencia, pero sé que es una de las mejores decisiones que he tomado porque me conecta con mi necesidad de dar algo de mí a India, donde más lo necesitan. ¡Admiro mucho a la fundadora y colaboradores! ¡¡¡¡Enhorabuena por tanto!!!! Me siento muy agradecida de conocerlos y os envío un abrazo lleno de LUZ y LA MEJOR ENERGÍA”.

Lola Basterra - Semilla para el Cambio

Lola Basterra, desde Victoria-Gasteiz

“Soy voluntaria de Semilla para el Cambio desde hace ya unos cuantos años. Conocí a Semilla un poco por casualidad, porque una compañera había viajado a la India y había conocido a la ongd. Y a partir de ese momento empecé a colaborar a través de los diferentes mercadillos, ventas de productos que elaboraban las mujeres, etc.

Mi experiencia ha sido muy buena. Me he sentido muy satisfecha de poder ayudar en la medida de lo posible. La experiencia más emotiva para mi fue cuando me trasladé a la India en un viaje solidario con varios amigos y conocí a la niña y el niño a los que amadrino.

Los conocí en la sede de Semilla y conocí también a sus madres y fue muy emotivo porque tienes un contacto directo con ellos, ves lo que se está haciendo para ellos. Fue importante también conocer a las madres, ver dónde vivían, la situación en la que se encontraban… Y me di cuenta de la importancia que tenía mi colaboración, tanto como madrina como voluntaria. Realmente animo a todo el mundo, al que quiera, al que pueda y al tenga un rato a dedicarlo porque creo que es una labor maravillosa que lo único que da son satisfacciones.

Estos años están siendo muy difíciles, desde la llegada de la Covid-19 y se está trabajando, se sigue trabajando con los chavales, con las madres, y a ver si esta pesadilla pasa para poder retomar los mercadillos y vender los productos que estas mujeres hacen con tanto amor, con tanto gusto, y poder ayudarlas a que tengan un trabajo digno, un salario bueno, que puedan dejar la recogida del plástico e intentar ayudar al mayor número de mujeres y niños posible en Benarés (Varanasi) (…) ¡Ánimo y a seguir en esta lucha solidaria!”.

Cloti y Paco - Semilla para el Cambio

Cloti y Paco, desde Donosti

“Igual que Lola, hicimos un viaje solidario, lo hicimos juntos. Tuvimos la oportunidad de conocer los centros de trabajo en Benarés, a las personas que gestionan y a las que se benefician de esta labor. Allí tuvimos la oportunidad de apadrinar a una niña y le hacemos seguimiento.

Es verdad que por la situación actual no podemos colaborar todo lo que quisiéramos, pero sí que animamos a todo el mundo a que colabore. La satisfacción que sientes cuando prestas una pequeña labor para algo tan grande como es cubrir necesidades y sacar a gente de la calle para tener un futuro, te llena de satisfacción. Con un mínimo esfuerzo podemos conseguir mucho.

Por tanto, animamos a todos a que participen en esta labor, damos las gracias a todos los socios y colaboradores, y a todas las personas que hacen posible que esto funcione. Un fuerte abrazo para todos”.

Willy - Semilla para el Cambio

Willy, desde Victoria-Gasteiz
“Conocí la ongd a través de las redes y la visité por primera vez en 2015 junto a dos amigos. Tras ese viaje, me uní al grupo de voluntarios que se formó en Euskadi. Cuatro años después, en 2019, tuve la oportunidad de colaborar en terreno, en Varanasi, como médico de familia.

Entre mis labores di apoyo al dispensario médico y en chequeos a los niños beneficiarios de la ongd, al seguimiento de pacientes crónicos y trabajé junto a las promotoras de salud en la prevención de enfermedades de un colectivo que es especialmente vulnerable.

De mi estancia en India, como persona y como profesional, me llevé mucho más de lo que puedo aportar. En este Día del Voluntario quiero mandar un fuerte abrazo y mucho ánimo a todos los compañeros que colaboran tanto desde España como en terreno, y que a pesar de todas las dificultades que hemos tenido estos últimos años, han seguido impulsando los proyectos con la misma implicación y entusiasmo de siempre”.

Alazne Pinedo - Semilla para el Cambio

Alazne Pinedo, desde Bilbao

“Yo conocí Semilla hace unos veranos, en un viaje que hice a Varanasi unos días. Allí aluciné al ver el trabajo que hacen con las familias y con los chavales. Y luego a la vuelta me puse en contacto con el grupo de aquí. Puntualmente colaboro en actividades de venta de productos, de regalos, de difusión… Es una aportación que no es mucho, pero animo a todo el que se lo esté pensando. Porque por poco que sea, creo que entre todos haremos más”.

Beatriz Fernández - Semilla para el Cambio

Beatriz Fernández, desde Andalucía

“Siempre sentí la necesidad de aportar mi pequeño granito de arena para que el mundo fuera un poco más justo para todos. Me ha gustado mucho viajar, conocer diferentes culturas, formas de vida… Y fue en el año 2013, cuando visité por primera vez India, cuando sentí que debía de hacer algo por aquel país tan especial que tanto me había aportado, enseñado y, sin darme cuenta, me había tocado mi alma.

India me asombró en muchísimos aspectos: luces, colores, movimiento, vida, gente…Pero de igual manera, me impactaron muchas cosas que vi y de las cuales me sentía responsable como ciudadana del mundo. Sentí la necesidad de hacer algo y fue ahí cuando apareció en mi camino la ongd Semilla para el Cambio. Tuve la gran oportunidad de conocer en persona sus proyectos y la gran labor que hacían. Y decidí formar parte como voluntaria en España.

Al final, siendo voluntaria ganas muchísimo más de lo que das. Quieres ayudar, pero al final son ellos y ellas los que te enseñan, te aportan y te hacen querer ser mejor persona. Te llenas de energía positiva, te enriqueces y te contagias de la fortaleza, superación y el amor que brindan.

Apadriné a dos preciosas niñas de las cuáles estoy muy orgullosa. Ver a lo largo de los años cómo crecen, estudian, juegan como niñas que son, te cuentan sus cosas… Para mi eso es FELICIDAD. Como dice Albert Einstein: ‘Solo una vida vivida al servicio de los demás merece ser vivida’”.

Iñaki García - Semilla para el Cambio

Iñaki González, desde Bilbao

“Me llamo Iñaki y conocí Semilla para el Cambio en el viaje a India que hice con mi pareja en 2015. Manuel Blanco, que era la persona que realizaba las visitas a la ongd, nos enseñó los distintos proyectos y la verdad es que me sorprendió la importancia que tenían en los barrios de Varanasi que rodean a ambos centros.

Manuel nos propuso comenzar con un grupo de voluntariado en Euskadi junto con otros voluntarios, y desde ese año participamos en mercadillos y otros eventos que permiten recaudar fondos y difundir la labor de Semilla. En 2017 volvimos a Varanasi y durante un mes pudimos conocer más en profundidad el trabajo de la ongd y colaborar en las distintas iniciativas.

Si algo he aprendido en estos años como voluntario es que cualquier gesto y ayuda siempre suma. El impacto que tienen todas las acciones de voluntariado es enorme y contribuye a que la situación de estas personas mejore. Además, como voluntario, siempre te queda esa sensación de satisfacción por contribuir al cambio”.

Lucía Artaza - Semilla para el Cambio

Lucía de Artaza, desde Bilbao

“Soy de Bilbao y pertenezco al grupo de voluntariado de Semilla  en Euskadi desde 2015. Nuestra labor como grupo es participar y organizar eventos o charlas, mercadillos, teatros, cenas solidarias… Un montón de actividades que nos permitan la captación de fondos y la sensibilización de lo que hace Semilla para el Cambio. Es un grupo de gente muy variada entre sí, de todas las edades, profesiones, estudiantes, jubilados, más mayores, más jóvenes… Que hace que formemos un equipo en el que nos complementamos muy bien, somos un gran equipo.

Cuando hacemos estas actividades, cuando consigues una recaudación, sientes un subidón brutal. Y la verdad es que, aunque es un granito de arena lo que hacemos desde aquí, te produce una satisfacción personal importante, y te permite estar con gente que comparte las mismas ideas que tú, que son viajeros… Compartir muchos momentos buenos y una gran satisfacción.

También tuve la suerte de estar de voluntaria un mes allí, en Varanasi, y fue una experiencia súper importante para mí. Un momento emotivo que recuerdo, a parte de todos los días que pude estar allí, es el momento de la despedida. Estuve llorando como una magdalena, de la pena que me daba irme, y me fui con un montón de recuerdos, con la satisfacción de haber comprobado cómo se trabaja allí, y me permitió entender muy bien las dificultades que tienen cada día… A la vuelta te hace pensar mucho, replantearte muchas cosas y me vine con la mentalidad de sentirme muy afortunada por nacer donde me ha tocado. También me ha ayudado bastante a relativizar los problemas del día a día que nosotros tenemos aquí. Y, por último, el hecho de poner cara a todas esas personas me ha dado muchas más energías para seguir colaborando desde nuestra ciudad. Os animo a que contactéis con los diferentes grupos, si estáis interesados, porque os acogeremos con los brazos abiertos”.

Abel Álvarez - Semilla para el Cambio

Abel Álvarez Ortiz, desde Euskadi

“Mi historia con Semilla es un cúmulo de casualidades que me encanta contar y poner como ejemplo de donde una simple conversación o un simple gesto te pueden llevar. El caso es que estaba viajando por India y en los templos de Khajuraho, bajo un gigante árbol, protegidos del sol (menudo sol) observé a un tipo, flacucho, con barba, con cierto desaliño. Tampoco estaba yo como para recibir un premio, pero bueno, que conversaba en perfecto castellano de Castilla con un sijs, con su turbante blanco, barba y en perfecto castellano mexicano. La conversación no la recuerdo, pero trataban temas como muy profundos acerca de India, lo cual me impulsó a acercarme e intervenir; quería aprender y saber más de ese maravilloso país que estaba descubriendo. Esa persona flacucha y con barba que todos podemos imaginar quién es (se refiere a Manuel Blanco, que durante un tiempo coordinó el voluntariado en la ongd), de alguna forma nos unió y al mismo tiempo nos introdujo la Semilla.

Gracias al ‘caballero de la triste figura’ visitamos Semilla en Varanasi y pudimos ver lo que allí se hace y lo necesaria que es nuestra aportación. Me habló de un grupo de médicos vascos a los que les había rondado la idea de montar un grupo, y me ofreció mandarme la información de lo que de todo aquello surgiese. Acepté encantado y hoy este grupo ha crecido y está asentado.

Se cumplió aquello de que el simple aleteo de una mariposa en un lado del mundo, puede provocar un terremoto en la parte contraria del planeta. Así es como yo entiendo mi historia en Semilla. Y no puedo mas que estar agradecido por la gente que he conocido y con la que he compartido algunos ratos de mi vida. Que siga el efecto mariposa”.

Somos Iraia y Ianire, desde Santurtzi

En 2018 decidimos pasar nuestras vacaciones en India. Tras varias semanas viajando llegamos a Varanasi, un lugar mágico que nos enamoró desde el primer momento. Su gente, sus calles, su cultura y…como no, Semilla para el cambio.

El destino quiso que, buscando información en internet sobre Varanasi, descubrieramos está ongd y la gran  labor que hacen, así que no lo dudamos y nos pusimos en contacto. Nos dieron la oportunidad de conocerles de cerca, ver el centro, compartir  una mañana con los niños, los profesores, y conocer a María, la fundadora.

Desde entonces intentamos colaborar en los mercados o en las diferentes actividades. Es muy gratificante para nosotras poder aportar nuestro granito de arena a un proyecto que apoya al empoderamiento de la mujer y el acceso a la educación de los niños y niñas. Así que animamos a todos los voluntarios y voluntarias  a seguir con proyectos como este. ¡Enhorabuena  a todos y muchas felicidades!