Desde Semilla para el Cambio impulsamos el ahorro entre las mujeres de familias de los barrios de Sigra y Dashashwamedh, en Varanasi, para reducir la vulnerabilidad y fomentar su empoderamiento.
“Me llamo Jumela Khatun y soy artesana en la ong. No tenía una cuenta bancaria. Lo intenté, pero me dijeron que necesitaba una dirección oficial, pero yo no la tenía. Le conté a la ongd este problema y lo arreglaron todo para que pudiera abrir una y finalmente lo he conseguido”, celebra Jumela, una de las once mujeres que trabajan con Semilla para el Cambio en el taller artesanal en Varanasi y que tienen ahora una cuenta gracias a un proyecto de género financiado por Parekide, a través de fondos de la Diputación de Bizkaia. Un paso muy importante que las empodera y da independencia.
Ser la titular de una cuenta bancaria proporciona autonomía, una mejor gestión del dinero y del ahorro. Pero este gesto tan cotidiano para muchos es un proceso extremadamente complicado en India para personas migrantes, por ejemplo, que están asentadas en barrios chabolistas donde pagan un alquiler pero no tienen dirección oficial, personas con pocos recursos, poco formadas o con falta de conocimientos sobre trámites administrativos.
El Gobierno indio impulsa desde 2015 un programa de inclusión financiera (Pradhan Mantri’s Jan-Dhan Yojana) para que personas bajo la línea de la pobreza pudieran abrirse cuentas y garantizar el acceso a la banca formal. Este programa tenía por objetivo que todas las personas tuviesen una cuenta bancaria, pero siguen existiendo dificultades.
Mujeres que trabajan con Semilla para el Cambio en el proyecto de artesanía, así como personal de limpieza o cocineras de los slums (asentamientos chabolistas), se encontraban con estos problemas. “Debido a la situación de vacío en la que viven, muchos bancos denegaron la opción de abrir la cuenta bancaria. Pero finalmente uno aceptó la posibilidad de usar la dirección de la ong”, explica María Terol, responsable del programa de Educación en terreno.
En el momento de abrir la cuenta, algunas de las mujeres tuvieron que enfrentarse a la circunstancia de escribir su firma, pero muchas no se sentían seguras de hacer una rúbrica que pudieran repetir más tarde, por lo que usaron su huella dactilar. El banco no ofrece los mismos beneficios si utilizan un método u otro -solo las que firmaron por escrito, cinco de ellas, recibieron una tarjeta de débito-, pero todas pueden usar las cartillas para sacar dinero y hacer sus transacciones.
Un impulso para el ahorro
“Las mujeres están muy contentas de finalmente poder tener acceso a una cuenta bancaria. Se sienten más independientes y pueden ahorrar en cualquier parte del país, tener el dinero en un sitio seguro y recibir su salario a través del banco”, resume María.
“Todo el dinero que recibo lo meto directamente en la cuenta y cuando hace falta, retiro el dinero necesario y dejo el restante en la cuenta. Así puedo ahorrar. Cuando guardaba el dinero en casa, a veces se perdía, y solía gastarlo todo. Ahora mi dinero está seguro en el banco. Recibí una tarjeta de débito y puedo sacar en cualquier cajero, sin tener que pasar por la oficina del banco”, cuenta Jumela.
Gulchehra es otra de las artesanas que ha participado en esta iniciativa, y está feliz de tener más control sobre sus ingresos, como Jahera Khatun, que tampoco tenía cuenta por la traba de la dirección. “La ongd me ha ayudado mucho con este tema. Después de abrir la cuenta me siento bien. Tengo una tarjeta de débito, que también sé usar, puedo sacar dinero de cualquier sitio y también ahorrar. Y puedo enseñar a otras personas a abrirse una cuenta”, apunta Jahera.
Parekide y la Diputación de Bizkaia han apoyado el programa de empoderamiento de la mujer desde 2013, con proyectos de alfabetización, clases de corte y confección, talleres de género ysensibilización al ahorro. Se ha dado un paso más allá en la concienciación sobre la importancia del ahorro, y desde 2021 el proyecto está orientado a beneficiarse de los programas del gobierno de inclusión financiera para que al menos las mujeres que trabajan en la ongd puedan abrirse una cuenta bancaria y tener acceso a servicios bancarios formales.
El ahorro es uno de los pilares para reducir la vulnerabilidad y protegerse ante los choques externos, tales como problemas sanitarios, fallecimiento, gastos extraordinarios por festivales, matrimonios, etc.
Por eso Semilla para el Cambio apuesta por promocionar el ahorro y evitar el endeudamiento, una vía a la que se ven forzadas muchas de las familias beneficiarias sin recursos cuando están en un apuro, y que les lleva a una rueda de endeudamiento, pues los prestamistas locales piden unos intereses explotativos del 10% mensual.