Desde el inicio de la crisis del coronavirus en India, asegurar la alimentación a las personas que carecen de recursos ha sido el principal objetivo de Semilla para el Cambio. Entre ellas, muy especialmente, los grupos más vulnerables, que son los niños y niñas, las mujeres embarazadas y las lactantes. La carencia alimentaria puede suponer impactos a corto y medio plazo en su salud, así como también en la de generaciones futuras. Por ello, la ongd está implementando intervenciones nutricionales directas para estos grupos de riesgo durante la pandemia.
En India, así como en otros países en desarrollo del mundo, la infancia y las mujeres acusan mayor discriminación en el acceso a una alimentación suficiente y adecuada. Esto, según la FAO, se agrava en situaciones de crisis como la que actualmente vive el país, poniendo en peligro su salud y óptimo desarrollo. Por ello, el equipo, a través del proyecto de Promoción de la Salud de Semilla para el Cambio puso el foco desde los inicios de la crisis en estos grupos de riesgo. Así lo explicaba María Bodelón, Directora de Semilla para el Cambio, para este artículo de Belén Hernández en El País: “Para niños/as pequeños en fase de crecimiento, y para las mujeres embarazadas, esta situación está suponiendo un paso atrás en su alimentación. El confinamiento y la falta de ingresos que se deriva, para estas personas que subsisten con lo que ganan diariamente, esto es un grave problema; y cuanto más se alargue, peores van a ser las consecuencias”.
Ante esta realidad, a través del proyecto de Promoción de la Salud, financiado con apoyo del Ayuntamiento de Segovia y la ongd Farmacéuticos en Acción, Semilla para el Cambio puso en marcha intervenciones nutricionales directas dirigidas a estos grupos de riesgo:”A las mujeres embarazadas, que son unas 10 en los slums, les hemos hecho llegar suplementos completos (como proteínas, vitaminas, hierro, etc), para suplir las carencias que están teniendo en su alimentación”, explica María Bodelón. Además, desde el 8 de mayo, las mujeres embarazadas están recibiendo semanalmente un pack con alimentos, que incluye frutos secos, dátiles, legumbres y fruta. Y próximamente se les distribuirá, también, leche en polvo, la más apropiada durante el verano indio, dadas las temperaturas extremas y que las familias desfavorecidas no cuentan con una nevera, que en India es un artículo de lujo solo al alcance de las clases medias-altas.
Con el decreto de confinamiento, los niños y niñas de las comunidades más desfavorecidas, escolarizados en el Proyecto de Educación de Semilla para el Cambio, dejaron de tener acceso a una alimentación adecuada, que recibían en los comedores escolares de la ongd. “Si ya UNICEF estimaba que en India el 35% de los niños y niñas sufrían retraso del crecimiento, lo cual provoca daños mentales y físicos irreparables en los pequeños, con la situación actual, este dato, seguramente, se verá agravado”, explicaba María Bodelón. Por ello, para minorar este impacto, Semilla para el Cambio va a realizar otra intervención nutricional directa: “La próxima semana vamos a repartir complementos alimenticios (proteínas, vitaminas, hierro y minerales) y leche en polvo a los niños y niñas de los slums que tienen déficit de vitaminas y retraso del crecimiento. Nuestro plan inicial era más ambicioso, pero la falta de recursos suficientes, y las complejidades logísticas de distribuir leche a diario entre más de 100 familias durante el confinamiento, nos ha llevado a priorizar los niños y niñas con necesidades nutricionales, más urgentes, si cabe”, explica la directora de Semilla.
Seguridad alimentaria del resto de la comunidad
Semilla para el Cambio ha seguido implementando,también, otras medidas para el resto de la comunidad.
En estas semanas, su intervención ha ido adaptándose a las restricciones a la movilidad, dictadas por el gobierno estatal y también por el municipal. Y actualmente, están en funcionamiento dos vías de distribución de alimentos: por una parte, se mantienen los acuerdos con pequeñas tiendas de ultramarinos cercanas a los slums, en los que las familias pueden retirar alimentos básicos (arroz, lentejas, harina, aceite, legumbres, etc), mediante una asignación económica que reciben de Semilla para el Cambio; y por otra, a esta medida se ha sumado una asignación semanal de verdura en una verdulería cercana al slum, para que estas familias, tanto niñas/os como personas adultas, puedan incorporar a su dieta productos frescos que les aporten vitaminas, minerales y fibra.