Pese a las dificultades para actuar durante el confinamiento, el equipo de Semilla está llevando a cabo las primeras medidas de su plan de emergencia, que atiende necesidades básicas de alimentación y medicamentos para pacientes crónicos, así como el suministro de suplementos a mujeres embarazadas. También se han devuelto los fondos de las familias que formaban parte del Proyecto de Ahorro de Semilla, para que puedan hacer frente a la compra de alimentos.
En la última crónica que publicamos, el gobierno de India acababa de declarar el confinamiento. Concretamente, el 22 de marzo decretó primero un “toque de queda simbólico”, de tan solo un día. Pero al final de la jornada, el gobierno indio amplió dicha medida hasta el 31 de marzo, plazo que después han extendido hasta el próximo 15 de abril.
De esta forma y sin previo aviso, se inició el confinamiento en India. Esto evitó que miles de personas se desplazasen de un punto a otro del país, aunque los desplazamientos se venían produciendo ya desde días anteriores, motivados por el nerviosismo generado, a raíz de las noticias que llegaban de Europa.
Para evitar que la gente incumpliera el confinamiento, el gobierno ha estado desplegando controles policiales en todas las carreteras y calles principales, con una política de “mano dura”, golpeando a quienes no cumplieran con el decreto que obliga a quedarse en casa.
Los más afectados por estas medidas que limitan el movimiento, obviamente, están siendo los millones de trabajadores y trabajadoras de la economía informal, que viven al día y que ahora no pueden salir a trabajar para ganarse el pan.En la ciudad de Delhi, por ejemplo, miles de jornaleros que habían emigrado temporalmente desde las zonas rurales se han visto de pronto sin trabajo y sin dinero. Atascados en una ciudad que no es la suya, sin un plan organizado, sin trasporte, ni comida. Esto ha provocado que muchos hayan emprendido el camino de regreso a casa a pie, con distancias de 200, 300 o más kilómetros por delante. Ante este hecho, el gobierno indio ha decidido fletar autobuses para evitar estos desplazamientos.
Sin embargo, otros miles de jornaleros siguen en Delhi, una megalópolis de casi 23 millones de personas, en la que intentan sobrevivir con la caridad de ONGs que les dan alimentos, después de hacer colas interminables, cada día.
Los otros impactos del virus
Actualmente, India tiene, oficialmente, menos de 2.000 personas contagiadas, aunque las cifras reales podrían ser bastante superiores. Pero como venimos explicando, hay otros impactos derivados, más allá de los relativos a la salud, que ya son y seguro serán muy graves.
En todo el país, igualmente, la mayoría de la economía es sumergida y mucha gente, aunque no sean emigrantes, viven de lo que ganan al día. Para esas personas, las más pobres y vulnerables, la pandemia tiene un coste muy alto. Sin poder trabajar y sin ahorros, se ven obligados para poder comer, a recurrir a préstamos de usureros que les cobran intereses desproporcionados. Tienen que hipotecar su futuro para poder sobrevivir en el presente.
El día a día en Varanasi durante el confinamiento
Al principio del confinamiento fue todo caótico y no había información clara sobre las restricciones y los servicios mínimos esenciales que seguían funcionando en la ciudad. A día de hoy, el gobierno solo permite abrir servicios básicos (alimentación, farmacias…), de 7 a 11 de la mañana. El resto del día está todo cerrado.
Tras los primeros días, de bastante incertidumbre ante esta excepcional situación, en Varanasi empezaron a circular números de contactos, a los que la gente sin recursos podía llamar para conseguir alimentos (arroz, lentejas, aceite, etc). Números de servicios gubernamentales, pero también de otras iniciativas nacidas de la autoorganización vecinal, así como de ONG’s, algunas de las cuales están recaudando fondos para llevar a cabo el reparto de comida entre las familias más vulnerables.
Estas opciones, unidas a los préstamos abusivos por los que optan las familias que no pueden salir a trabajar por su jornal diario, están “salvando” temporalmente la situación. Pero si el confinamiento se prolonga, se hará cada vez más difícil para seguir consiguiendo dinero prestado para poder comprar alimentos y que las familias puedan seguir haciendo frente a sus necesidades básicas.
Qué está haciendo Semilla para el Cambio por el momento
Semilla ha estado en contacto constante con las familias beneficiarias, bien directamente, bien a través de las promotoras de salud, que viven en las comunidades. El resto del equipo está totalmente confinado, pues los permisos para salir se conceden desde la alcaldía de Varanasi y a Semilla para el Cambio no nos lo han concedido. Esto nos impide desplazarnos a nuestros centros, así que estamos llevando a cabo acciones en red, a través de organizaciones que sí pueden hacerlo.
Además, como organización hemos tomado medidas que sí están a nuestro alcance en estos momentos:
– Lo primero que hemos hecho ha sido devolver ahorros a las personas de los slums que tenían cuenta en el Proyecto de Ahorro de la ong. Esto ha sido una gran ayuda para las familias que ahora no pueden salir a trabajar, no teniendo que recurrir a préstamos de usureros para poder comer.
– También hemos distribuido pequeñas ayudas a las 10 familias más necesitadas de los slums, que no cuentan con ningún recurso.
– Ahora estamos trabajando junto con la ong Muheem, para preparar y distribuir packs con comida a todas las familias del slum. Esto se hará a finales de esta semana o principios de la siguiente.
– En el caso de familias con problemas sanitarios importantes y/o crónicos que necesitan medicinas durante largo tiempo, Semilla va a asumir los costes de las medicinas.
– A las embarazadas del programa se les distribuirán los suplementos correspondientes esta semana, ya que precisamente estos días no pueden alimentarse de la forma más equilibrada y es necesario darles apoyo.
De momento, estas son nuestras actuaciones ante esta situación de emergencia sanitaria, económica y social. Os agradecemos los mensajes de interés y apoyo que nos estáis haciendo llegar estos días. También los donativos por parte de particulares, trabajadores/as y empresas. ¡Muchas gracias por estar ahí!
Si queréis hacer alguna aportación al fondo de emergencia de Semilla para el Cambio, podéis hacerlo aquí.