Hoy es 10 de septiembre y no hay clase en el centro de Sigra, los alumnos y alumnas de los slums celebran la festividad musulmana de Ashura; pero el equipo de trabajadores y voluntarios de la ONG sí ha acudido. ¡Hoy son ellos los protagonistas! Por primera vez, el equipo de Semilla para el Cambio participa en una jornada de team building. El objetivo: conocerse mejor y fomentar la interrelación entre toda la plantilla.
“Los trabajadores de Sigra y Dashashwamedh trabajan en centros distintos, y muchos de ellos no se conocían antes de este encuentro. Con jornadas como esta conseguimos hacer equipo entre todos los que formamos parte de Semilla para el Cambio, creando además un sentimiento de pertenencia más fuerte con la organización”, explica María Bodelón, directora y fundadora de la ONG.
Dirigidos por Rumpa Paul y Vivek Srivastava —jefa de estudios de Semilla y coordinador del centro de Dashashwamedh respectivamente—, el primer paso es presentarse. Y para ello utilizan distintos juegos y dinámicas: se colocan por orden de nacimiento; una persona presenta a la que está al lado y recitan los nombres de cada uno de los 27 asistentes. “Son dinámicas para romper el hielo, generar confianza y promover que unos se relacionen con otros”, explican desde la ONG.
Y cuando ya el ambiente es más distendido, llega la hora de tomar un chai y un pequeño tentempié, un momento de relax para compartir experiencias, impresiones y hablar unos con otros. “Es muy bonito poder tener momentos como estos, normalmente solo nos relacionamos con los compañeros y compañeras durante la jornada laboral, y este tipo de actividades creo que nos une más como equipo y permite que nos conozcamos mejor”, comenta Abira, una de las profesoras del centro de Sigra.
Comunicación y trabajo de equipo
Tras el pequeño descanso, siguen los juegos. La comunicación era otro de los aspectos que se quieren reforzar con esta jornada, una cualidad fundamental para conseguir buen ambiente laboral y un correcto desarrollo de las actividades de la ONG. Para lograrlo, empiezan las pruebas de equipos. “Con juegos como la cadena de señales, en el que el equipo se transmite un mensaje lo más rápido posible con un apretón de manos encadenado, pretendemos demostrar que el trabajo eficiente y bien hecho de cada uno, no sirve de nada sin una buena comunicación con el resto del equipo —cuenta Vivek—. Estos juegos no se centran en la competición, sino que se basan en el trabajo conjunto para lograr un objetivo final˝.
Y así transcurre una jornada de risas, complicidad y buen ambiente entre trabajadores/as y voluntarios/as de la ONG en India. “Ha sido una buenísima oportunidad para conocer mejor a todos los profesores y profesoras y realizar actividades juntos en un ambiente más distendido”, opina Mateo Fuentes, uno de los voluntarios que está actualmente en Varanasi. Por eso, Semilla tiene previsto repetir la experiencia periódicamente, “para seguir promoviendo el sentimiento de equipo y mantener los resultados obtenidos en este primer encuentro”.