“Yo también quiero abrir una ONG y ayudar a la gente”. Durga, estudiante de Dashashwamedh

“Yo también quiero abrir una ONG y ayudar a la gente”. Durga, estudiante de Dashashwamedh

Durga fue una de las primeras estudiantes escolarizadas por Semilla para el Cambio en el barrio de Dashashwamedh. Ahora, con 15 años, está en 8º curso y quiere seguir estudiando para poder cumplir su sueño: crear una ONG con la que ayudar a otra gente a conseguir un futuro mejor.

Programa educación integral-Semilla para el Cambio
Durga fue una de las primera alumnas escolarizadas por Semilla

“Era muy pequeñita cuando empecé a ir a clase, apenas recuerdo nada”. Aunque las primeras etapas del camino se hayan borrado de su memoria, Durga no tiene dudas sobre el horizonte que le espera cuando termine los estudios. “Yo también quiero abrir una ONG, quiero ayudar a la gente que está pasándolo mal”. Estudiante de 8º curso, forma parte de la primera promoción de estudiantes escolarizados por Semilla para el Cambio en 2009.

El Programa de Educación integral con el que la ONG inició su andadura sigue adelante diez años más tarde y beneficia actualmente a más de 250 niños y niñas de los barrios de Dashashwamedh y Sigra. “Gracias a la educación podemos hacer realidad nuestros sueños. De verdad, podemos hacerlo, no es una utopía”. Durga está plenamente convencida de ello, tanto es así que nos reta a visitar su propia ONG “en unos diez años, más o menos”, calcula.

“La gente que no ha estudiado tiene muchos problemas, cuando me cruzo con ellos en la calle me siento mal por las condiciones en las que están viviendo. No tuvieron la oportunidad de estudiar y ahora están destinados a sufrir toda su vida. Por el contrario, la gente que tiene acceso a la educación puede tomar las riendas de su vida, puede construir un futuro diferente”.

Aunque tan solo tiene 15 años, Durga no es insensible a las desigualdades e injusticias que la rodean, especialmente en lo casos que le tocan más de cerca. “Mi madre trabaja limpiando casas y mi padre se gana la vida planchando, me gustaría ofrecerles una vida mejor cuando sean mayores y no puedan valerse por sí mismos”. Y su receta para el cambio pasa por seguir estudiando. “Cuando voy a la ONG soy muy feliz, tengo unos amigos maravillosos, mis profesores siempre me están ayudando y tengo la suerte de ir junto a mis dos hermanas”.

Al futuro Durga solo le pide una cosa, que “todos los niños y niñas de la India vayan a la escuela”.