Pyari nunca ha contado con el apoyo de su esposo para sacar su familia adelante y para luchar por el futuro de sus hijas. Es una de las beneficiarias del Programa de Mujer de Semilla. Con el apoyo de la ONG se ha alfabetizado y ha conseguido un trabajo de artesana. Y ahora quiere que su vida ha cambiado, también quiere que el futuro de sus hijas e hijos sea diferente.
“Los problemas que sufrimos en el pasado nos hicieron más fuertes, ahora únicamente nos interesa mirar hacia adelante”. Al lado de los suyos, así es como acostumbra a superar los obstáculos que le salen al encuentro. Aunque la pregunta pretenda indagar en sus sentimientos e inquietudes personales, Pyari siempre habla en plural. Quien responde es la cabeza de familia que ha sacado adelante a Noor, Yarul, Reksun y Tajmira. Todo el esfuerzo que está realizando no tendría sentido si no fuese por ellos, “mis dos hijos y dos hijas”. En un país como la India en el que la mujer está tradicionalmente relegada a un segundo plano, Pyari no ha contado en ningún momento con el apoyo de su esposo, quien nunca ha colaborado en el sustento familiar y siempre ha presionado para que sus dos hijas abandonasen los estudios. En los últimos diez años Pyari ha demostrado, de la mano de Semilla para el Cambio, que es precisamente ante las adversidades cuando es capaz de sacar su mejor versión.
Después de haber pasado por el Curso de Alfabetización y el Taller de Corte y Confección, Pyari es hoy una más del equipo del Taller de Artesanía que trabaja elaborando regalos solidarios. Un trabajo que comparte con Tajmira, su hija mayor, quien de pequeña no tuvo la oportunidad de ir a la escuela y ahora ha seguido los mismos pasos que su madre. Un recorrido diferente al que está transitando Reksun, la pequeña de la familia, que está escolarizada y ya se encuentra en 6º curso. Es “una de las estudiantes más brillantes de la ONG”, como reconoce su profesor Anand.
Reksun encarna también el último y más grave obstáculo que se ha cruzado en la vida de Pyari. Hace unos años contrajo la tuberculosis y estuvo muy enferma, pero gracias al proyecto de Apoyo Sanitario de Semilla para el Cambio —financiado por la Deputación da Coruña— la familia pudo beneficiarse del tratamiento y de las visitas al hospital. Hoy Reksun está completamente recuperada y asiste cada día al colegio y a sus clases de refuerzo en la ONG. Y aunque su padre quiere que abandone los estudios y se case cuanto antes, Pyari siempre le recuerda que podrá estudiar hasta que ella quiera. “Trabajaré lo que haga falta para que su futuro sea mejor”.