Esta semana hemos recibido al último grupo de este año del Viaje de Acción Solidaria que Semilla realiza en colaboración con OpenEyes. Cinco mujeres que, tras un recorrido por algunos de los lugares más emblemáticos del norte de India, han podido conocer por dentro el funcionamiento de los proyectos que nuestra ONG desarrolla en Varanasi.
La mexicana Laura Esther Serrano y las españolas Mercedes Ruiz, Antonia Cedillo, Inmaculada Pérez y Carmen Bocos, aterrizaron en Delhi hace poco más de una semana y, primero, visitaron los barrios y monumentos más conocidos de la capital de India, así como las ciudades de Pushkar, Jaipur y Agra, con su mítico Taj Mahal. El pasado 23 de septiembre llegaban a Varanasi, donde han podido adentrarse en la labor que Semilla realiza sobre el terreno y conocer a sus benefiarios/as y sus historias de superación.
Su primer días en Varanasi, el grupo recibió un curso de introducción a la cultura, la sociedad y la religión en India, impartido por el Coordinador de voluntariado de Semilla, Manuel Blanco, que está trabajando estos meses sobre el terreno. Él ayudó a despejar algunas de las incógnitas que las visitantes albergaban con respecto a la cultura de India, un país con una gran complejidad, diversidad y riqueza cultural. En la presentación se abordaron temas como la división de la sociedad por castas y clases sociales, las diferentes religiones que coexisten en India, su naturaleza y la mentalidad de los habitantes del país.
Tras esta introducción, el grupo pudo conocer uno de los primeros proyectos del área mujer que Semilla puso en marcha: Marina Silk. Con la ayuda y el asesoramiento de las beneficiarias, realizaron un taller de pintura de pañuelos de seda. “Me he dado cuenta de que es muy importante hacer una labor transversal, como la que desarrolla Semilla. Por ejemplo, si las madres no tienen un buen nivel de vida e ingresos, es muy difícil que sus hijos puedan terminar sus estudios, puesto que tendrán que trabajar para contribuir” opina Mercedes Ruiz, que califica la labor de la ONG de “encomiable”.
El segundo día, el grupo madrugó para realizar un paseo en barca por el Ganges, pudiendo ver desde una perspectiva privilegiada los principales ghats (escaleras que bajan al río y tienen una función ritual) de la ciudad. Allí pudieron contemplar el ritualismo que envuelve al río Ganges en India, siendo testigos de la realización de diferentes ritos hinduistas.
Una gran curiosidad y motivación
Y tras conocer un poco más la ciudad, el tercer día el grupo tuvo la oportunidad de mezclarse con los estudiantes que acuden a las clases de refuerzo de Semilla para el Cambio en el centro de Sigra. Visitaron las aulas del centro para participar en diferentes actividades educativas que la ONG desarrolla en su Proyecto de Educación Integral y pudieron conocer y hablar con los alumnos y alumnas.
“En seguida nos han preguntado por España, de qué parte del país éramos, los hobbies que teníamos, por nuestras familias… tienen una curiosidad increíble”, cuenta Antonia Cedillo, que al igual que sus compañeras de viaje se ha sentido positivamente sorprendida por el carácter carácter abierto y amigable de los niños/as de los slums.
Otro aspecto que ha llamado la atención de las cuatro mujeres es la “inteligencia” y la “motivación y ganas de aprender” de los estudiantes, que en pocos minutos han aprendido varias palabras en español.
El grupo también ha tenido la oportunidad de conocer los slums (barrios de chabolas) en los que viven los beneficiarios/as de Semilla. Acompañadas por Manuel Blanco y Asha Bibi, una de las promotoras de salud y artesanas de la ONG, han visitado una de las colonias del barrio de Sigra, donde vieron de primera mano las condiciones de escasez y precariedad en las que viven estas comunidades.
“Viniendo de las condiciones que vienen, es muy resaltable las ganas que tienen de aprender y la curiosidad y la motivación con que lo hacen” cuenta Mercedes, que ha sido profesora de español para extranjeros durante años en Almería y ha quedado sorprendida por “lo rápido que aprenden” y lo “listos y despiertos” que son los niños/as de los slums.
Gracias al viaje solidario, el grupo de visitantes ha podido conocer una de las caras más desfavorecidas y, al mismo tiempo, más prometedoras de la sociedad india, y vuelven a sus casas más conscientes de la importante labor que ONG como Semilla para el Cambio desarrollan en Varanasi y en toda la India. “Me ha impactado la India, me ha despertado un sentimiento de humanidad y me ha aportado valores a los que no damos importancia como la ayuda, la confianza, el sentimiento de comunidad o aprender a valorar lo que tenemos” explica Toñi.
En la última etapa del viaje, antes de volver a España, el grupo realizará una estancia en un monasterio budista en Sharnat, ciudad histórica de esta religión que está cerca de Varanasi.
Por Fernando Moldenhauer