El pasado abril, los estudiantes del Programa educativo de Semilla en Sigra empezaron las clases en un nuevo colegio: el Children´s Valley English School. Tras decir adiós al R.S Montesory —que ya no tenía capacidad para acoger a todo el alumnado de la ONG—, los estudiantes de infantil a 5º iniciaron el curso en este nuevo centro, donde además de las clases convencionales, pueden realizar actividades nuevas para ellos, como música o kárate. Allí llevan ya cinco meses y os contamos cómo se están adaptando.
El Children’s Valley English School se encuentra a unos diez minutos a pie desde nuestro centro de Sigra, por lo que los alumnos/as pueden ir andando cada mañana a clase. Al llegar se encuentran con un gran patio con árboles que hace las veces de patio de recreo y polideportivo. Ya dentro, cada uno de va al aula de su curso. “Disfruto mucho en esta nueva escuela —nos cuenta Roshan Ram, alumna de cuarto curso— Los profesores son muy simpáticos y educados y nos enseñan de acuerdo a nuestro nivel, adaptando las clases a nuestros conocimientos y progreso”.
Y es que en India la educación personalizada no es la norma, en muchos centros es habitual que los profesores se ausentan de clase o se limite a dictar su lección sin tener en cuenta si los alumnos/as lo están entendiendo. “En este colegio los profesores no dan la clase sin preocuparse de si la estamos entendiendo o no, sino que nos preguntan si estamos aprendiendo antes de continuar”, cuenta Roshan.
Lo mismo opina Sijarul Sheikh, de cuarto curso, que está muy contento con el nuevo colegio, donde —dice— “los profesores imparten clases inteligentes”. Se realizan actividades prácticas o se proyectan vídeos para que los niños comprendan mejor ciertos conceptos teóricos.
Actividades alternativas
Pero, sin duda, lo que ha convertido al Children´s Valley en el colegio favorito de muchos de los niños y niñas de Semilla para el Cambio son sus actividades alternativas, que abarcan desde la música y la danza hasta las artes marciales, pasando por el dibujo o diversas clases de juegos.
Gracias a este programa de actividades, Lalie Khatun, una de las estudiantes de la ONG, está aprendiendo a tocar la guitarra en el nuevo colegio. “Nunca antes había tocado una guitarra, ni ningún otro instrumento” afirma Lalie, que a sus 13 años tiene claras sus aficiones e intereses: le gusta “la música” y quiere ser “ingeniera civil”.
La oferta de actividades alternativas es una de las razones que inclinó a la dirección de Semilla a elegir este colegio para sus estudiantes. Aunque está reconocida su importancia para el desarrollo infantil en otros países, en el sistema educativo indio no están muy implantadas y sigue primando la enseñanza puramente teórica y memorística. Pero, en opinión de María Bodelón, directora de Semilla para el Cambio, estas actividades son “esenciales” para el desarrollo de los niños/as, ya que incrementan su salud, su bienestar y su creatividad.
“El desarrollo de los niños tiene que ser global, además de una buena enseñanza también es importante la actividad física, y ni en sus barrios ni en nuestro centro hay espacio suficiente para realizarla, por lo que ha sido toda una suerte encontrar un centro con estas características”, apunta María Bodelón.
Además de estas actividades, la actitud y la predisposición favorable del profesorado y la dirección del Children´s Valley hacia los niños de los slums fue, según indica la directora de la ONG, lo que terminó por convencer al equipo de Semilla para elegir este colegio entre otros.
Por Fernando Moldenhauer