Hasina: “Mi marido empezó a beber y nos arrastró a una terrible situación financiera”

Hasina: “Mi marido empezó a beber y nos arrastró a una terrible situación financiera”

Nació en una familia con recursos, pero los avatares de la vida la llevaron a recoger basura y vivir en los slums de Sigra, en Varanasi. Ahora Hasina es una de las beneficiarias del Programa de Mujer de Semilla para el Cambio y trabaja como artesana, niñera y promotora de salud en la ONG.

Hasina nació en el oeste de Bengala y es la novena de seis hermanas y cinco hermanos. Su padre era cantante y solía actuar en fiestas religiosas. También era granjero y tenía una buena posición económica, pero ni ella ni sus hermanos recibieron ninguno de sus bienes.

Cuando aún era muy pequeña, su padre vendió todas sus propiedades y dejó su aldea natal para emigrar a Varanasi con su familia, pero una vez llegaron a la ciudad santa, los abandonó y huyó a Delhi. A su madre no le quedó más remedio que empezar a mendigar para poder alimentar a sus once hijos.

También sus hermanas y hermanos mayores empezaron a trabajar recogiendo trapos y tirando de carros de carga. Y ella misma, cuando cumplió diez años, comenzó a recoger basura para ayudar a su familia. “Siempre quise estudiar y empecé a ir a casa de un pariente para aprender urdu —recuerda—, pero mi hermano mayor me dijo que él me traería algunos libros y me enseñaría a leer y escribir. No cumplió su promesa, en seguida empezó a poner excusas y dejó de enseñarme, aunque él sí continuó estudiando hasta décimo”.

Con 16 años, Hasina se casó. “Muy a mi pesar —dice—. Yo prefería seguir jugando con mis amigas. Además, tampoco quería que me pasara lo que tan a menudo veía a mi alrededor: un marido que me golpeara cada vez que estuviese molesto por cualquier cosa”. Pero a pesar de su oposición, su familia decidió casarla y con 17 años tuvo su primer hijo. Después otro y otro, hasta llegar a sus tres hijas y dos hijos.

“Al principio tuve una etapa de felicidad —cuenta—, pero esto terminó cuando tuve a mi segundo hijo. En ese momento, mi marido empezó a beber y nos arrastró a todos a una terrible situación financiera”.

Promotora de salud, niñera y artesana

Hasina comenzó a trabajar limpiando casas para obtener ingresos para su familia, y en 2011, a través de su hermana Rajyna, conoció la existencia de Semilla para el Cambio. Primero fueron sus hijos los que ingresaron como beneficiarios y beneficiarias del programa de Educación Integral. Y después entró ella en el proyecto de Alfabetización de Adultos y fue contratada también como niñera para el taller Marina Silk. También se formo en el curso de corte y confección y es una de las promotoras del proyecto de Promoción de salud de Semilla —financiado por el Ayuntamiento de Segovia a través de Farmacéuticos en Acción—, un trabajo que  compagina con el Taller de Artesanía, donde elabora regalos solidarios. 

“Ahora mi vida es mucho mejor que antes. De los tres trabajos que tengo en la ONG, el que más disfruto es el de costura, es un momento que me gusta mucho”, concluye.

La vida de Hasina y de su familia ha cambiado gracias al Programa de Mujer de Semilla para el Cambio. Tú también puedes ayudar a que otras mujeres, como Hasina, mejoren su vida. Únete a “Con M de Mujer” y avanza con ellas.