Hace unos días que regresó a Castro Urdiales (Cantabria), tras pasar sus vacaciones de verano en Varanasi colaborando con los proyectos de Semilla para el Cambio sobre terreno. La bilbaína Sara Laso es psicopedagoga y educadora, experta en necesidades educativas especiales y técnicas de memoria rápida y fundadora del Proyecto Rubick,
Madrina de uno de los estudiantes del Programa Educativo de Semilla, Sara quiso aportar sus conocimientos al equipo de la ONG. Además, valoró la situación de los recién nacidos en los slums para la posible puesta en marcha de un proyecto de Estimulación Temprana.
¿Cómo surgió la idea de colaborar con Semilla para el Cambio?
En primer lugar, porque nos sentimos muy identificados con vuestra filosofía, ya que hay una gran apuesta por los proyectos educativos y de empoderamiento de la mujer como medio para luchar contra la pobreza y potenciar el desarrollo de las personas.
Tras apadrinar a un estudiante con vosotros y comentar con María Bodelón vuestras necesidades actuales, le propuse mi colaboración y experiencia profesional en el ámbito socioeducativo y formativo; ya que no disponéis actualmente de nadie con mi perfil profesional.
María pensó que estas nuevas metodologías de enseñanza-aprendizaje podrían ser útiles para Semilla y me hizo una propuesta. Mi compañero David Martínez, educador, mediador y formador, no dudó ni un instante en acompañarme para colaborar de forma directa en el proyecto, impartiendo diferentes formaciones al profesorado y trasmitiendo nuestros conocimientos y recursos educativos al equipo de Semilla.
¿Qué os ha parecido la experiencia vivida en Varanasi?
Ha sido una experiencia inolvidable, conociendo en persona una realidad completamente diferente a la que vivimos aquí, muy dura a nivel físico por la dureza del clima, pero un regalo a nivel emocional.
¿Cuáles fueron vuestras funciones en terreno?
En primer lugar, necesitábamos ver en directo la labor de Semilla y la manera de trabajar en cada proyecto para, posteriormente, poder asesorar al profesorado en nuevas metodologías y técnicas de enseñanza de aprendizaje. Realizamos cursos de formación específica al profesorado y dimos asesoramiento psicopedagógico.
Por otro lado, nuestra visita también tenía como objetivo conocer la realidad de los más pequeños, los bebés de los slums. La idea es valorar la posibilidad de empezar un proyecto de Estimulación Temprana y así trabajar con ellos y sus familias desde los primeros días de vida, para prevenir futuras dificultades en su desarrollo.
¿Cómo viste la situación de los recién nacidos en el slum?
Además del retraso madurativo de la mayoría de los bebés con los que pude estar, es muy impactante el entorno en el que viven, pequeñas chabolas con humedad, calor extremo, suciedad, escaso espacio para gatear y jugar, la juventud de muchas de las madres y un sinfín de etcéteras.
¿Qué líneas de trabajo recomendarías?
Habiendo conocido in situ el entorno donde nacen y viven estos bebés, sería muy beneficioso ofrecer a las familias y a hijos la posibilidad de participar en un proyecto de Estimulación Temprana, complementado con los Programas de Nutrición y Salud. Esto les permitiría salir del entorno en el que viven -aunque sea unas horas al día- acudiendo a un aula de estimulación temprana con sus bebés y también sería una oportunidad de conocer, valorar y potenciar un óptimo desarrollo de sus pequeños.
Has comentado que empezaste a colaborar con Semilla apadrinando a un niño del proyecto educativo ¿Cómo fue la experiencia de conocerle?
Un regalo. Conocer a Ismail, a su hermana Sirina -que también está escolarizada por Semilla- y a su madre nos hizo ser conscientes de la importancia de un proyecto como éste. Hacer este pequeño gesto por nuestra parte tiene una repercusión enorme en una vida con todo el futuro por delante… es una semilla para el futuro.