Al grito de ¡Happy Holi!, los estudiantes y profesores de los centros de Semilla en Dashashwamedh y Sigra se enzarzaron este pasado sábado en una divertida batalla de colores que acabó con las caras como arco iris. Niños y mayores disfrutaron de esta tradición que da la bienvenida a la primavera en India y también a dos días de vacaciones.
Y es que, hoy y mañana toda India está de fiesta en el que es uno de los principales festivales hinduistas. Holi hace referencia a Holika, la malvada hermana del rey Hiranyakashipu y tía del príncipe Prahlada. Cuando el príncipe se negó a adorar a su padre y decidió seguir adorando al Vishnu, Jolika intentó matarlo invitándole a sentarse sobre una pira con ella, que llevaba un manto inhifugo. Pero el manto cambió de dueño y protegió a Prahlada, en lugar de a su tía. Por eso, en la noche previa al Holi, Varanasi si llena de hogueras que representan el triunfo del bien sobre el mal.
Holi celebra también la llegada de la primavera y es también una fiesta para librarse de los errores del pasado y los conflictos, a través del olvido y el perdón. En la calle, el festival se vive con intensidad, alegría, música y baile. Las diferencias sociales desaparecen por unos días y todos se lanzan polvos de colores y agua coloreada como símbolo de felicidad por la llegada de la primavera, recordando los colores de las flores.
Y como en todas las festividades indias, la familia y la comida también tienen un papel muy importante en Holi. El festival es un momento para visitar a los familiares y compartir con ellos algunas de recetas y dulces típicos, como el thandai, una bebida fría hecha con almendras, pétalos de rosa, jengibre y especias; o las Gujiyas, que son una especie de samosas dulces rellenas de frutos secos, khoya y coco, entre otras cosas.
Hace unos años, los alumnos y alumnas de Semilla nos hablaban de Holi en este vídeo.
¡Happy Holi!