Hace cinco años que el Dr. Yogesh Tripathi colabora con Semilla para el Cambio en su Programa de Apoyo Sanitari0 que financia la Deputación de A Coruña. Dos veces por semana abre el dispensario médico de la ONG y, con la ayuda del enfermero Sunil Kumar, pasa consulta a las familias de los slums donde trabaja Semilla. Esta semana, con motivo del Día Mundial de la Infancia, que se celebra el próximo domingo 20 de Noviembre, hemos hablado con él sobre uno de los derechos fundamentales de todos los niños y niñas: el derecho a la sanidad.
¿Qué le llevó a colaborar con Semilla para el Cambio?
La motivación. Antes de conocer Semilla, trabajaba en otra ONG que también se dedica a dar asistencia médica a los más desfavorecidos y donde hoy todavía colaboro. Una de mis compañeras me comentó que había otra ONG que se dedicaba a lo mismo, Semilla para el Cambio, me interesé por los proyectos y vine a visitaros. Dio la casualidad de que en ese momento buscabais a un doctor para el Programa de Atención sanitaria, se me ofreció el puesto y no dudé en aceptarlo. Mi objetivo en la vida es ayudar a los niños y niñas que más lo necesitan a través de la medicina y trabajar en una ONG como esta me lo permite.
¿Qué opina de la situación del sistema sanitario en India?
Creo que el sistema sanitario necesita reformarse. El Gobierno debería invertir más en los hospitales y centros médicos gubernamentales para ofrecer mejores servicios. Hay zonas rurales que sólo cuentan con un médico para todos los habitantes de la región, y esto no puede ser. ¿Qué va a hacer la gente, irse a un privado? Muchos no pueden permitirse pagar la sanidad privada, ni en las zonas rurales ni en las ciudades, como es el caso de las familias con las que trabajamos.
El acceso a la sanidad es un derecho fundamental de todas las personas. ¿Diría que en India está garantizado a todos los niños y niñas?
Según la Constitución India, todos los ciudadanos tienen el derecho a acceder a la sanidad, pero no siempre se cumple. Como decía, debería hacerse una mejora del sistema público para garantizar este derecho a todas las personas y, en especial, a todos los niños y niñas. Ellos no tienen la culpa de no tener recursos suficientes para costearse la sanidad privada, pero tienen el mismo derecho que los demás a obtener buenos servicios médicos. En estos casos, creo que la labor de ONG como Semilla para el Cambio es importantísima para garantizarles su derecho.
Hace cinco años que colabora con el Proyecto de Atención sanitaria de Semilla. Cuando llegó, ¿en qué estado se encontraban los niños y niñas de los slums?
Cuando llegué el estado de salud de los niños y niñas era bastante débil. Muchos padecían de fuertes diarreas, parásitos, fiebres, además de desnutrición. Igualmente, no tenían buenos hábitos higiénicos y, teniendo en cuenta las condiciones de vida de los slums, era normal que su estado fuera ese.
¿Cómo ha evolucionado su salud desde entonces?
Ha habido un gran cambio. En general, las condiciones físicas de los niños y niñas han mejorado mucho: ahora están más fuertes y grandes. La ONG ha hecho mucho por mejorar la salud de todos ellos y ellas, no sólo les da una buena alimentación, si no que ha hecho que sus hábitos higiénicos y los de sus familias hayan mejorado, y eso se nota en su salud.
Como médico, ¿qué considera usted que es esencial para garantizarles una infancia saludable?
La educación. Es muy importante educar a los padres y a las madres en temas de salud, nutrición y hábitos de higiene para que puedan transmitir las buenas prácticas a sus hijos e hijas desde que son pequeños y de esta manera evitar muchos problemas de salud en el futuro.