Hace sólo unos meses que Neeti Shrivastava llegó a Semilla para el Cambio como profesora del taller de lectura en inglés. Tiene 30 años, estudió Comercio y hasta entonces trabajaba en el mundo empresarial. Neeti es la última profesora que se ha incorporado al equipo de docentes de Sigra y hoy la entrevistamos para conocerla un poco más.
¿Por qué decidiste cambiar el mundo empresarial por la enseñanza?
Podría decirse que llevo la enseñanza en la sangre. Mi madre y mi tía son profesoras y su madre también lo era. Siempre me ha interesado la educación y de pequeña me encantaba ir al colegio. Además, antes mis jornadas laborales eran muy largas y era imposible compaginar el trabajo con la familia. Entonces mi marido me dio la idea de cambiar de ámbito y dedicarme a la enseñanza. Me gustó y enseguida dejé mi trabajo en oficinas para hacer un máster en magisterio.
¿Qué significa para ti trabajar en una ONG como Semilla para el Cambio?
Para empezar, nunca imaginé que trabajaría en una ONG. Conocía Semilla desde hacía tiempo, porque vivo en la zona donde está el centro, pero nunca pensé que acabaría siendo profesora de lectura aquí. Y la verdad es que me encanta. Estoy muy feliz de trabajar aquí. Es un trabajo muy satisfactorio, el ambiente es muy agradable y los alumnos son fantásticos. Además, creo que la labor que Semilla está haciendo por estos niños y niñas es muy importante para su futuro.
Como profesora de lectura y escritura en inglés, ¿por qué crees que estos niños y niñas deben aprender a leer y escribir en esta lengua?
Como las matemáticas, el hindi y las ciencias, el inglés es básico para su futuro. Es muy importante que lo aprendan bien para encontrar un buen trabajo. Por eso, aprovecho mis clases para repasar la gramática siempre que puedo. No me gusta que lleguen a clase, lean o escriban y se marchen, sino que mi objetivo es que comprendan bien el contenido, y eso incluye las normas gramaticales, además del vocabulario. De hecho, uso algunos de los trucos que utilizaba mi madre cuando me ayudaba con los deberes de inglés porque son divertidos y facilitan su aprendizaje.
¿Qué importancia crees que estos niños y niñas dan a la educación?
Para ellos estudiar es una oportunidad, lo saben y lo aprovechan todos los días. Siempre vienen motivados a clase y con ganas de aprender. A diferencia de otros niños, éstos comprenden perfectamente que estudiar es muy importante para su futuro.
Hace unos días visitaste por primera vez los slums donde viven tus alumnos y estuviste en sus casas con sus familias. ¿Qué te aportó esa visita?
Mucho. Era la primera vez que visitaba un slums y me quedé conmocionada. La vida en el slum es un mundo aparte, una vida que nadie quiere para uno mismo. Los alumnos y sus familias son seres humanos, igual que tú y que yo y no hay derecho a tener que vivir así.
Hace poco más de seis meses que llegaste a Semilla. ¿Destacarías alguna anécdota o experiencia que hayas vivido durante este tiempo?
En este tiempo he pasado muy buenos momentos con mis alumnos y mis compañeros. Por ejemplo, recuerdo que los primeros días los estudiantes entraban en el aula, leían y se iban, muy serios y tímidos. Entonces, empecé a dedicar los primeros minutos a hablar con ellos, preguntares qué tal estaban y que me contaran cosas de su día anterior. Ahora compartimos anécdotas y las clases son más amenas.
Y uno de los momentos que siempre recordaré es la celebración sorpresa que me hicieron por mi cumpleaños. No me lo esperaba y compartir ese día con los alumnos y los compañeros fue maravilloso.
¿Cómo te ves de aquí a unos años?
No lo sé. La verdad es que ahora estoy tan a gusto y satisfecha con el trabajo aquí que no pienso en el futuro; quiero disfrutar del presente. Mi único objetivo hoy es seguir haciendo lo que hago bien y honradamente.