Por Andrea Forcada
“Había una vez un rey que tenía un sirviente muy pobre. Un día el rey le pidió que fuera al campo a trabajar cuando terminase de pescar en el estanque. Entre todos los peces que había cogido, había uno que era Dios, pero él no lo sabía”.
Así empieza el cuento más original e imaginativo de Semilla. El autor es Roshan Ram, alumno de primer curso del Programa Educativo de la ONG. Tiene nueve años y hoy está “muy contento” porque su historia ha sido elegida como la más original en el primer concurso de cuentos celebrado en el centro de Semilla en Sigra.
Con el objetivo de despertar la imaginación y creatividad de los alumnos y potenciar su interés por la lectura y la escritura, el profesorado de Semilla ha organizado estos días una competición de redacciones entre los estudiantes de primer hasta quinto curso. Una nueva iniciativa que está prevista que se celebre cada tres meses.
“Me gusta mucho contar historias y el día del concurso ya sabía sobre qué trataría la mía”, dice Roshan mientras sujeta su primer cuento escrito con las dos manos: una historia sobre un sirviente castigado por su rey y cómo un pez y su grupo de amigos animales hacen rectificar al rey y logran que se disculpe.
El día de la competición, alrededor de 60 participantes llegaron nerviosos pero ilusionados por escribir sus propias historias. ¡Seguro que muchos de ellos se pasaron la noche pensando en ellas! Durante una hora, todos los alumnos estuvieron concentrados escribiendo páginas y páginas sobre las aventuras de sus divertidos personajes.Como por ejemplo, Sahil, alumno de primero, cuyo cuento trata sobre un leñador, una hacha perdida, y una Diosa del río y ha sido valorado como el segundo mejor escrito del concurso. O la historia de Adhori, estudiante de la clase de cuarto, que ha quedado en tercera posición por su cuento sobre la astucia de un mono para librarse de un cocodrilo que lo quiere cocinar.
Ha sido la primera vez que se organiza una competición de cuentos en Semilla y parece haber tenido mucho éxito. Tanto, que los estudiantes ya están empezando a dejar volar su imaginación y a pensar nuevas historias para futuros concursos.
A continuación os dejamos el cuento completo de Roshan, para aquéllos y aquéllas que tengáis ganas de saber más sobre la historia del sirviente, el rey y el pez.
EL SIRVIENTE, EL REY Y EL PEZ
Había una vez un rey que tenía un sirviente muy pobre. Un día el rey le pidió que fuera al campo a trabajar cuando terminase de pescar en el estanque. Entre todos los peces que había cogido, había uno que era Dios, pero él no lo sabía. El sirviente se fue a su casa y le dijo a su mujer que cocinara los peces y se los llevara al campo donde él estaría trabajando.
Mientras la mujer preparaba la comida, pensaba cómo se la haría llegar a su marido al campo. Entonces el pezle dijo: “Madre deme la comida que yo se la llevaré a padre”. Al oír la frase, la mujer se extrañó porque no sabía quién estaba hablando ya que no tenía ningún hijo. Entonces se dio cuenta de que era el pez quien se dirigía a ella. La mujer le dio la comida preparada y el pez se la llevó al campo. Cuando llegó, se acercó al padre para entregarle la comida y le dijo: “Padre, aquí le traigo su comida de hoy”. El hombre se extrañó porque no tenía ningún hijo y no sabía quién estaba hablando. Pero al ver al pez, le dijo: “¿Quién eres? Acércate para que te vea”. El pez se acercó y le contestó: “Soy tu hijo. Come tranquilo tu almuerzo y yo haré tu trabajo”. Y el padre le dijo: “De acuerdo, te dejo hacer mi trabajo pero hazlo perfecto. No puedes cometer ningún error”.
Mientras el pez trabajaba, el rey se acercó al campo y lo vio trabajar. Entonces le dijo al sirviente: “Haces trabajar al pez en tu lugar. Quiero que el trabajo esté perfectamente hecho”. Cuando el rey vio qué estaba haciendo el pez, despidió al sirviente porque no le gustaba cómo estaba quedando.
El pez, que era Dios, se enfadó y se dirigió a casa de las ratas y les pidió ayuda. Pero las ratas no le quisieron ayudar porque él era un pez. Entonces el pez les dijo: “Si no me quieres ayudar, moriréis”. Las ratas tuvieron miedo y aceptaron ayudarle. Cuando se dirigían al campo, se encontraron con una serpiente en el camino. Ésta le dijo al grupo que también quería ayudarles y el pez y las ratas le dieron la bienvenida al grupo. Más tarde se encontraron con un león que también se quería unir para ayudarles. Pero el grupo se negó porque pensaban que si el león iba con ellos se los comería. El león les dijo: “Confiad en mí, no os engañaré”.Al final el grupo confió y lo aceptaron.
Cuando llegaron al palacio del rey, la serpiente envenenó a todas las personas del palacio con sus mordeduras. Después el león empezó a comerse a la gente mientras las ratas y el pez destruían el mobiliario.
Al ver lo que estaba pasando, el rey entendió que se había equivocado al despedir al sirviente y que lo había tratado mal, así que le pidió disculpas y le volvió a contratar ahora con un sueldo extra.
Roshan Ram.