Tras cinco años con nosotros, Shweta Chelani, que ha sido nuestra profesora del taller de lectura y escritura, así como monitora de Handicraft y Marina Silk, deja el equipo de Semilla para emprender un nuevo camino.
Esta joven india de 26 años, positiva, creativa, buena trabajadora y siempre sonriente, ha dedicado gran parte de su vida a la enseñanza. Trabajó varios años como profesora en la escuela RS. Montessori, en Varanasi, y en julio de 2011 llegó a Semilla para el Cambio para incorporarse a nuestro proyecto de empoderamiento de la mujer y, más tarde, al proyecto educativo. Antes de marcharse, hemos querido conocer de primera mano cómo ha sido su paso por la ONG.
¿Cuál ha sido tu rol durante los años que has trabajado con Semilla?
En 2011 empecé en Semilla como profesora del proyecto de Marina Silk. Creaba los diseños y supervisaba y ayudaba a que las mujeres elaborasen los pañuelos adecuadamente. Más tarde, también me convertí en la profesora del taller de refuerzo de lectura y escritura en inglés para los niños y niñas beneficiarios del proyecto educativo y, en la última etapa, combiné estas dos funciones con la de monitora del taller de artesanías para las mujeres. En este caso, me encargaba de guiar y ayudar a las mujeres en la elaboración de los productos artesanos, como las pulseras y los móviles.
¿Cómo describirías la experiencia de trabajar en el proyecto de Marina Silk?
Trabajar en Marina Silk ha sido muy enriquecedor. Es un trabajo muy creativo y jugar con los colores – creándolos y mezclándolos- es una de las cosas con las que más he disfrutado, además de dibujar los diseños sobre la seda.
¿Habías participado en algún proyecto similar anteriormente?
La verdad es que nunca había trabajado en algo similar, pero sí que es cierto que desde que era niña me gusta mucho dibujar y pintar. Es mi hobby.
¿Cuál dirías que ha sido el mayor reto de trabajar en el taller de artesanías?
La mayor dificultad que me he encontrado trabajando en el taller de artesanías ha sido coser a mano porque nunca antes había cosido piezas con tantos detalles. Semilla para el Cambio me ha dado la oportunidad de aprender a coser y debo decir que lo he hecho lo mejor que he podido.
Eres la única profesora de Semilla para el Cambio que has tenido como alumnos/as tanto a niños y niñas como a mujeres. Cómo profesora, ¿qué ha sido más enriquecedor?
Me ha encantado enseñar a los niños y niñas de Semilla, pero personalmente trabajar con las mujeres ha sido mucho más enriquecedor. He pasado muchas horas con ellas y, casi podría decir, que son parte de mi familia.
Tras estos años con nosotros, ¿qué te llevas de esta etapa en Semilla para el Cambio?
Me llevo haber vivido una etapa maravillosa, extraordinaria y haber tenido una experiencia muy inspiradora. Os voy a echar mucho de menos. Le doy las gracias a María por tener siempre una actitud positiva y receptiva, y ayudarme en todo momento.
¿Qué planes tienes a partir de ahora?
En unas semanas me casaré, me mudaré a otra ciudad y, en unos seis meses, me gustaría volver a trabajar como profesora en un colegio.
¿Tienes algún momento de tu paso por Semilla que recordarás especialmente en el futuro?
Cada día vives una experiencia nueva en Semilla, pero siempre recordaré mi primer y último día en la ONG, sobre todo, por cómo me emocioné y ver cómo se emocionaron mis compañeros, los estudiantes y las mujeres. Fue muy bonito y emotivo.
Describe, en dos palabras, tu experiencia en Semilla para el Cambio
Un viaje inolvidable.
Para el equipo de Semilla, Shweta también será inolvidable. La echaremos mucho de menos y le deseamos lo mejor en esta nueva etapa.