María Bodelón, directora de Semilla: “Reducir la desigualdad de género en India requiere un cambio de mentalidad social”

María Bodelón, directora de Semilla: “Reducir la desigualdad de género en India requiere un cambio de mentalidad social”

“Las mujeres desempeñamos muchos roles a la vez: somos madres, somos empleadas, cocinamos para la familia, cuidamos de la casa y de los nuestros… y eso me gusta porque nos hace ser fuertes. Tener trabajo respetable no debería depender de si se es hombre o mujer: el puesto debería ser para quién mejor capacitado/a esté”. Este es el testimonio de Laltusi, cocinera del Programa de Nutrición en el centro de Sigra y una de las beneficiarias de los proyectos de empoderamiento de la mujer de Semilla para el Cambio. Para Leela, promotora de Salud de la ONG, “garantizar un trabajo decente a las personas debería ser tarea del gobierno, pero no lo hace. Semilla nos da la oportunidad de tener un buen trabajo”.

DM Mujer08Decenas de países alrededor del mundo celebran hoy el Día Internacional de la Mujer. Un día que conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de equidad con el hombre, en una sociedad en la que, todavía hoy, la situación de desigualdad entre hombres y mujeres es una realidad patente.

En Semilla para el Cambio trabajamos día  a día y mano a mano con las mujeres de los slums del barrio de Sigra, en Varanasi, por su bienestar y el de sus familias. Con motivo de este día, en Semilla queremos dar voz a ellas y a todas las mujeres de la India.

En India, el segundo país más poblado del mundo con 1.250 millones de habitantes, las mujeres representan el 48% de la población total. La mitad están en riesgo de exclusión y más de 175 millones son analfabetas (esto es un 68% del total de la población india, según la UNESCO). Además, solo el 27% de las mujeres reciben educación secundaria, el mismo porcentaje de mujeres que, en 2014, participaban en la fuerza laboral; frente al 37% en 2006 – según datos del Banco Mundial.DM Mujer05 Y en ese mismo año sólo un 12,2% de los escaños parlamentarios estaban ocupados por mujeres en la mayor democracia del mundo, según el Índice de Desigualdad de Género (IDG) elaborado recientemente por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo). El IDG, que también incluye parámetros sobre salud reproductiva, señala que India es uno de los países del mundo con el índice de mortalidad materna más alto del mundo –en 2013 murieron 190 mujeres por cada 100.000 nacidos vivos. Y entre 2010 y 2015, se produjeron alrededor de 33 nacimientos por cada 1000 mujeres indias con edades comprendidas entre los 15 y 19 años; haciendo de India uno de los países asiáticos con el índice de natalidad adolescente más elevado del continente.

Estos son sólo algunos datos que muestran que el papel de la mujer en la sociedad india continúa, todavía hoy, devaluado. La igualdad de género en la política, economía, educación o salud en India es, a día de hoy, un sueño lejano para la mayoría. Más aún en un país donde la cultura patriarcal profundiza en la discriminación de género. Como señala el antropólogo Agustín Pániker, en una entrevista a EFE publicada en La Vanguardia: “En amplias zonas de la India las mujeres sufren una muy silenciosa, pero muy tangible, presión de patriarquía, sea la indobrahmánica o la capitalista”.

La labor de Semilla con las mujeres

Semilla para el Cambio trabaja día a día con las mujeres de los slums de Sigra, en Varanasi. Hoy ya son casi 40 las mujeres que participan de los distintos proyectos de empoderamiento de la mujer. Talleres y cursos como el proyecto Marina Silk, los talleres de Artesanía y de Corte y Confección y los cursos de alfabetización, cuyo objetivo principal es garantizarles una forma sostenible de ayuda; mejorando sus condiciones de vida, aumentando su autoestima y potenciando su papel , en la economía familiar y en la comunidad.

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“Aprender a coser y a pintar [en los proyectos de Corte y Confección y Marina Silk] me ha cambiado la vida. He aprendido un oficio y qué significa la palabra creatividad. Antes trabajaba muchas horas recogiendo basura y no podía cuidar de mi familia”, explica Piyari que, desde 2012, participa en los proyectos de Semilla. Y añade: “Con el dinero que gano en Semilla puedo comprar mejores alimentos para mis hijos y ahorrar para su futuro. Estoy muy orgullosa”.

 

diplomas1Quienes también se sienten “orgullosas” de sí mismas son las mujeres del curso de alfabetización, 17 alumnas que cada día, tras haber trabajado entre seis y ocho horas recogiendo basuras, acuden al centro de Semilla para asistir a clase, donde aprenden a leer, escribir y matemáticas básicas. Sakhina, una de las alumnas recién graduadas, explica que se apuntó al curso “porque siempre quise saber escribir y leer, pero nunca fui a la escuela. Esta era mi oportunidad”.

La Constitución India reconoce el principio de igualdad de derechos entre hombres y mujeres y el gobierno indio ha ido promulgando, año tras año, diversas legislaciones específicas encaminadas a proteger a las mujeres de la discriminación social, por ejemplo, garantizando un salario igualitario. Sin embargo, según el IDG, India ocupa el puesto 130 de una lista de 188 países.

¿Qué hace falta, pues, para reducir la desigualdad de género en India? María Bodelón, directora y fundadora de Semilla para el Cambio opina: “Un cambio de la mentalidad social, donde deje de haber preferencia por los hombres. En India, la mujer todavía depende de un hombre para todo: primero de su padre y, una vez casada, de su marido”. María también reclama “más educación en igualdad” para la sociedad india y “más mujeres en el mundo laboral”. “Si las mujeres tuvieran más recursos económicos, tendrían más fuerza para tomar decisiones propias”, concluye.

El Día Internacional de la Mujer es un día para reflexionar sobre los avances logrados en la igualdad de género, pedir más cambios y celebrar la valentía de mujeres de a pie que han jugado un papel clave en la historia de sus países y comunidades; y un día para reconocer que todavía queda mucho por hacer.