El 5 de septiembre se conmemoró el Día del Profesor y en Semilla, por supuesto, se lo dedicamos a las profesoras de nuestro programa educativo, que cada día ponen toda su energía y dedicación para mejorar la educación de los 160 niños y niñas beneficiarios del Programa de Educación y de las mujeres de los slums.
Pero además, este año, hemos querido convertirlas en las protagonistas del mes en nuestro blog y contaros más cosas sobre ellas.
En Semilla contamos con 12 jóvenes profesoras repartidas entre los centros de Sigra y Dashashwamedh. Unas imparten clases ordinarias de apoyo escolar a los niños escolarizados, y con actividades y ejercicios dinámicos repasan las materias que los alumnos y alumnas darán posteriormente en el colegio. Otras se encargan de las clases de repaso de lectura en inglés e hindi, junto con las clases preparatorias previas a la entrada de nuevos niños y niñas al proyecto educativo.
También están las profesoras de los proyectos de empoderamiento de la mujer: las seis maestras del Taller de Corte y Confección, Artesanía, Marina Silk y del curso de alfabetización. Ellas son otra parte muy importante de Semilla, porque además de enseñarles un oficio, incentivan su autoestima y potencian su autosuficiencia, contribuyendo a la larga a la mejora de sus condiciones de vida.
Aunque son clases diferentes que requieren metodologías de enseñanzas diferentes, todas las profesoras de Semilla persiguen un mismo objetivo: compartir su conocimiento con los demás. Rumpa Paul, maestra de la clase de 3º y 4º en Sigra, entró en Semilla hace 3 años. “Creo en la filosofía de la ONG y quiero compartir mis conocimientos con los niños y niñas de los slums para que el día de mañana puedan enseñárselo a los demás”, explica.
Una razón parecida da Ruchi Singh, profesora del Taller de Corte y Confección: “quiero que las mujeres aprendan a coser para que tengan la oportunidad de mejorar su futuro” y añade que se siente “muy orgullosa al ver que son capaces de reproducir las muestras que les enseño”.
Formación continuada
Decía el educador Paulo Freire que “quien se atreva a enseñar, nunca debe dejar de aprender”, y en Semilla estamos de acuerdo y apostamos por la formación continuada de nuestro profesorado.
Por eso, en septiembre, coincidiendo con la celebración del Día del Profesor, empezamos un curso de varias sesiones –repartidas entre los meses de septiembre, noviembre y diciembre- sobre nuevas metodologías didácticas de enseñanza para todas las profesoras de Semilla. Mediante clases teóricas, ejercicios prácticos, sesiones de debate en grupo e intercambio de opiniones, se pretenden explicar nuevas técnicas educativas que fomenten un profesorado más innovador en sus actividades en el aula y que apueste por una mayor participación de los alumnos en su propio aprendizaje.
Sonali Gogia, profesora de párvulos en el centro de Dashashwamedh, acabó la primera sesión muy contenta y motivada. Para ella este curso supone “una oportunidad de aprender cómo mejorar en el aprendizaje de mis alumnos y, sobre todo, qué puedo hacer por ellos, por su educación y su futuro”. “Como profesora, es una experiencia muy enriquecedora”, concluye.
Nueva profesora voluntaria
Y en un mes dedicado a las profesoras, no podíamos acabar este post sin presentar a Diana Winer, la nueva profesora voluntaria que estará con nosotros hasta finales de octubre.
De origen estadounidense, Diana lleva más de seis meses viajando por el mundo y al llegar a Varanasi hizo una parada en su aventura porque quería “colaborar con las ONGs de cada uno de los lugares que visito y – reconoce- Nepal e India –con Semilla para el Cambio-, son los dos países que me han ofrecido las mejores oportunidades para enseñar y aprender”.
Durante su estancia en la ONG, la nueva voluntaria da apoyo a las clases de conversación en inglés y comprensión oral mediante actividades y lectura de cuentos infantiles. Y es que su dinamismo, energía y expresividad hacen que los niños y niñas estén maravillados durante toda la hora de clase. “Tras una semana en Semilla, estoy muy contenta de ver la ambición y el entusiasmo de los niños y niñas en el aula. Ojalá pudiera quedarme más tiempo”, nos comentó al principio de su estancia.