Miles de cometas sobrevuelan el cielo de Varanasi. El festival de Makar Sankranti conmemora el cultivo de cereales y ferias de ganado de bueyes, caballos y camellos. Niños y mayores salen a la calle desde bien temprano para volar sus cometas, las calles se llenan de hilos y cometas de papel rotas ya que el juego consiste en cortar el hilo al vuelo; quien gane obtiene la cometa cortada de recompensa.
Muchos de los niños de la ONG aprovechan este día de fiesta para volar cometas cerca del Ganges y en las terrazas de los edificios. Pero no sólo es un juego de niños, también los mayores compiten porque sea su cometa la que vuele más alto y la que corte a las de alrededor. Además Sankranti es un festival religioso en el que es importante la donación, la gente dona ropa, dinero, maíz o arroz a los más necesitados.
Un invierno corto pero intenso
Desde hace dos semanas los niños de Semilla para el Cambio no acuden a clase en sus respectivos colegios –Learning Point en el barrio de Dashashwamedh y R.S. Montessory en el de Sigra- debido al frío que azota Varanasi. Aunque las temperaturas no son extremadamente frías, las condiciones de un país acostumbrado al calor no son óptimas para hacer frente a bajas temperaturas, y ante la falta de medios en las clases, los colegios cierran hasta que el Alcalde de orden de apertura.
Sin embargo, los niños de Semilla para el Cambio continúan yendo a los centros de la ONG para hacer actividades y apoyo escolar, y no perder así la dinámica. Guantes, chaquetas y gorros, todo es poco para hacer frente a unos días en los que cuesta coger el lápiz con las manos heladas, pero no falta la fortaleza y el ánimo para seguir aprendiendo.
El verdadero viaje comienza ahora
Parece que fue ayer cuando allá por agosto Semilla para el Cambio recibía nuevas voluntarias. Ahora y tras más de cinco meses toca dar la reválida a nuevas compañeras que vienen cargadas de iniciativas e ilusión. Marta Bretón, pedagoga, sustituirá a Zulma Tubío en el apoyo al proyecto de educación, en el que entre otros cometidos elaborará programaciones anuales para los niños, aportará ideas a las profesoras y evaluará los progresos de los alumnos. En comunicación, una servidora –Alba Villén- deja este teclado a la periodista Cristina Velázquez, quien controlará las redes sociales, web y hará que la comunicación sea un arma potente para llegar hasta todos vosotros. Además nuestra compañera, la voluntaria Carmen Corada, decía adiós hace unos días satisfecha con la vivencia, pero triste por la despedida.
En la experiencia de las que se van llevamos una mochila cargada de recuerdos, de cariño y de miles de sonrisas de aquellos que nos abrieron las puertas de su casa y compartieron su cultura. En los próximos días y ya desde España, cada vez que recordemos alguno de los momentos vividos en Semilla, volveremos de alguna forma a sentirnos en India, por eso el viaje –dicen- no ha hecho más que empezar. En la ilusión de las que llegan, todo por compartir y mostrar.
¡Hasta siempre Semilla para el Cambio!