La letanía de las lecciones aprendidas por los más pequeños continua sonando entre las cuatro paredes de las aulas de Semilla para el Cambio. Cada mañana decenas de niños llegan hasta la ONG con una ilusión por aprender que la rutina no destruye. Esta semana corrían nerviosos y pidiendo que repasáramos con ellos la lección sobre naturaleza de la que hoy se examinan. A veces sentimos que estas pequeñas esponjas saben ya más que nosotros. A principios de mes celebraban el día del maestro en India. Ritu, Rumpa, Soma y el resto de profesoras repartían caramelos y los niños regalaban dibujos y dedicatorias para felicitar a sus maestras. Cualquier detalle marca la diferencia cada día en India para regalarnos jornadas de mucho trabajo pero con grandes recompensas.
Las coordinadoras de educación realizan los test. /A. VillénCada quince días las coordinadoras del proyecto de educación miden el progreso de los niños a través de un test. Estos pequeños exámenes consisten en pruebas orales e individuales. La voluntaria en educación hace preguntas en inglés sobre las lecciones aprendidas y los niños tratan de contestar con los conocimientos adquiridos. Lejos de parecer un examen, se convierte en una prueba divertida en la que todos cooperan y que sirve a las profesoras para actualizar la dinámica educativa continuamente.
Jugar y aprender pueden ir de la mano
Las voluntarias juegan con los niños en la ONG. /Z.TubioZulma, la voluntaria de educación, tardó poco tiempo en darse cuenta que los niños estudiaban demasiado y carecían de juego, así que propuso que la última hora de clase se dedicara a jugar basándose siempre en el aprendizaje. Y la propuesta pronto dio sus frutos. A las seis los niños convierten cada tarde la ONG en un patio de recreo en el que las risas y la diversión son protagonistas. Resulta demasiado tentador compartir ese rato con los más pequeños, pese a que sea nuestro tiempo libre. Esta semana bailamos con ellos, les enseñamos los continentes a través de juegos y dimos rienda suelta a la imaginación a través de improvisados teatros en los que todos participaban con energía. Una vez más queda demostrado que la creatividad y las preferencias de los niños puede ser la mejor forma de educarlos.
Los voluntarios en España, a pie de guerra
Voluntarios de Vigo en O Feirón de Bouzas.
Semilla para el Cambio es una gran familia dividida entre India y España, pero los cientos de kilómetros que nos separan no son motivo para impedir que trabajemos activamente y en conjunto . En las últimas semanas las reuniones por Skype se suceden con más y más asiduidad, siempre con el deseo de mejorar la comunicación entre todos y poder llegar así de forma eficaz a los colectivos por los que nos movemos. La motivación de los voluntarios de Semilla en España puede palparse a pie de calle, así en los últimos días los voluntarios de Vigo montaron un mercadillo solidario en Feiron de Bouzas y los de Madrid llevaron la cultura India y los proyectos de la ONG hasta Rivaswood. Una forma divertida de acercaros a la ciudadanía y conocernos. ¡Os informaremos sobre los próximos eventos!
No todo es trabajo
También hay tiempo libre. Tras las últimas inundaciones traídas por el fin del monzón, el Río Ganges recupera su caudal y permite que la actividad se adueñe poco a poco de los ghats. En la última semana celebramos también el cumpleaños de Cristina –una de las cooperantes- y compartimos una gran tarta con todos los pequeños. Carmen Corada ha sido la última incorporación al voluntariado, solo lleva una semana en la ciudad pero se ha hecho rápidamente a la vida en India. Clases de yoga, aprender hindi y dar los primeros paseos en barca hacen a las voluntarias coger fuerza para dar en cada jornada lo mejor de nosotras. Sentir latir el Ganges tan cerca nos emociona y nos ayuda a seguir plantando “semillas” con todos vosotros.
¡Seguiremos compartiendo más momentos, hasta la próxima!